Piden 37 años y medio de cárcel por abusos sexuales a dos hijas y malos tratos a su exmujer

Pedro Miguel A. negó los cargos este lunes y culpó a otro hijastro de urdir una trama contra él Las dos niñas, de 8 y 13 años, relataron varios episodios de tocamientos.

Pedro Miguel A., durante su declaración de este lunes en la Audiencia de Huesca.
Pedro Miguel A., durante su declaración de este lunes en la Audiencia de Huesca.
Roger Navarro/diario del altoaragón

Pedro Miguel A., de 56 años y vecino de Enate, un pequeño pueblo cercano a Barbastro, se enfrenta desde este domingo en la Audiencia de Huesca a peticiones que suman 37 años y medio de cárcel por presuntos abusos sexuales continuados a sus hijas cuando tenían 6 y 11 años y malos tratos a su exesposa. También se le acusa de tenencia ilícita de explosivos ya que guardaba en su caseta de campo 26 detonadores y botes de gases lacrimógenos. La defensa, ejercida por Pilar López Muzas, solicita la absolución, y la acusación particular, a cargo de Luis Alfonso López del Álamo, se ha adherido a la petición fiscal.

En un principio se le imputó también un delito de tentativa de homicidio por intentar envenenar presuntamente a su exmujer echándole al agua fármacos anticoagulantes tras una operación, pero finalmente se retiró el cargo ya que los resultados de las pruebas toxicológicas de la jarra de agua de la que bebía la exesposa y de unas muestras de su pelo no llegaron a acreditar la presencia de estos medicamentos.

Pedro Miguel A., que se encuentra en prisión provisional desde que fue detenido el 6 de agosto de 2015 y que trabajaba en su día de encargado de obra hasta que sufrió un ictus, insistió ayer en negar las acusaciones y culpó al hijo mayor de su exesposa (ella tiene tres de otras relaciones anteriores y una hija en común con el acusado) de urdir "una trama para echarme de casa", manifestó. A preguntas de la fiscal, negó haber abusado de sus hijas y haber amenazado y tratado con desprecio a su exmujer. Por contra, recalcó que mantenía una relación "más que normal" con toda la familia, excepto con el hijo mayor con quien reconoció que se llevaba "mal". También rechazó que los explosivos decomisados fueran suyos.

"Dijo que mataría a mi madre"

Mientras, las dos presuntas víctimas sí aseguraron en su declaración por videoconferencia haber sufrido tocamientos por parte del acusado en varias ocasiones. La mayor, que ahora tiene 13 años, relató que un día las llevó a ella y a su hermana pequeña a un parque y mientras estaba jugando, se cayó y se golpeó en las costillas. El acusado fue a atenderla pero en lugar de comprobar si se había hecho daño en el costado, le tocó los pechos. "Y me avisó de que si se lo contaba a mi madre, la mataría", afirmó. También aseguró haber sufrido más abusos en un taller de la casa familiar y en una caseta de campo, y que su padrastro le obligaba a "tocarle a él".

Mientras, la pequeña, que tiene 8 años y que es la única hija en común de la pareja, afirmó que le tocó los genitales "muchas veces" y que le amenazó "con que iba a matar a mi madre y que me iba a pegar a mí". En este sentido, y en referencia al delito de maltrato leve contra ella del que también está acusado su padre, declaró que le pegaba en la cara "a veces sin razón".

También declararon los otros dos hijos de la ex esposa. El menor, que ahora tiene 17 años, fue precisamente quien destapó los presuntos abusos al contarle a su madre que un día su padrastro le hizo proposiciones para que le enseñara y le dejara tocar sus genitales mientras estaban arreglando la antena de televisión en un altillo de la casa. Y para convencerle de que no le dijera a su madre, "me ofreció llevarme un día al Bernabéu a ver al Madrid", dijo. También afirmó que eran constantes los insultos que el acusado vertía hacia su madre.

Por su parte, su hermano, de 25 años, admitió que la relación con su padrastro fue empeorando "porque insultaba a mi madre y la trataba con mucho desprecio".

La exesposa, de origen boliviano, recordó que cuando su hijo le estaba explicando la proposición sexual que presuntamente le había hecho su padrastro, sus otras dos hijas lo oyeron y le confesaron "un secreto", que a ellas también les había hecho tocamientos y que las había amenazado de muerte "si contaban algo".

Tenía "miedo" de denunciarle

La mujer también acusó a su exmarido de tener dos caras "porque en la calle me trataba con cariño y amor, pero en casa me insultaba". "Y cuando le dije que le iba a denunciar, me contestó que me iba a matar a hostias o que iba a deportar a mis hijos", añadió. Y a preguntas de la defensa, que le pidió aclarar por qué no denunció los malos tratos hasta 16 días después de presentar la denuncia de abusos sexuales a sus hijos y tras varias declaraciones ante la Guardia Civil y el juzgado, argumentó que tenía "miedo" de hacerlo.

En el juicio también testificó una pareja amiga de la familia que recordó una ocasión en la que la mujer y sus cuatro hijos llegaron a su casa atemorizados asegurando que el acusado les había amenazado con un cuchillo.

Además, una profesora y una orientadora del colegio al que acudían las niñas relataron que en su día llamaron a la madre porque vieron a la mayor "triste" pero que no encontraron indicios de malos tratos. "Se lo preguntamos directamente a la madre y ella nos dijo que no", señalaron.

Por último, un guardia civil que inspeccionó la caseta de campo aseguró que los 26 detonadores que se le incautaron tenían un "altísimo potencial de riesgo" porque podían haber explotado en cualquier momento.

El juicio finalizará este martes con la declaración de las peritos forenses y psicólogas que examinaron a las niñas y de los expertos de la Guardia Civil en explosivos.

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