Las cabras se visten de jardineras en Biescas

Nueve ejemplares pastarán en una pronunciada ladera del pueblo para mantener la vegetación de una zona que se tuvo que vallar por el peligro de desprendimientos.

El alcalde Luis Estaún fue testigo ayer del primer día de trabajo de las cabras en la calle El Tinte.
Las cabras se visten de jardineras en Biescas
L. Zamboraín

Nueve cabras pirenaicas colaboran desde ayer como ‘jardineras’ en el mantenimiento del entorno natural de la calle El Tinte de Biescas, gracias a una experiencia piloto para el control de la vegetación en esa zona. Pero además de trabajar comiéndose las hierbas, serán una atracción para las personas que paseen por esa zona, que las podrán ver pastando en esta zona verde acotada con vallas.

La iniciativa surge después de una serie de desprendimientos de piedras que se han producido en esa zona en los últimos meses, y que han llegado a alcanzar a dos coches. Ante ello, el ayuntamiento decidió vallar esta zona verde municipal para garantizar la seguridad ante la caída de piedras "y para mantener la vegetación, que se ha desbrozado recientemente, vimos que podría estar bien soltar cabras", explicó el alcalde, Luis Estaún. Es una manera de quitarle trabajo a los operarios municipales en una ladera muy pronunciada, peligrosa y extensa de 4.000 metros cuadrados. Y a la vez, se ahorran costes, ya que la estimación económica del desbroce ronda los 3.000 euros. "Va a ser un mantenimiento constante, y creo que traerá muchos beneficios, sin ninguna contraindicación", apuntó Estaún.

Esta experiencia piloto se pone en marcha gracias a la cesión de nueve cabras pirenaicas, una adulta y ocho segallas (tienen menos de un año), por parte del ganadero local Ricardo Azón. "Vamos a estar unas semanas viendo cómo se desenvuelven, cómo interactúan con la vegetación y con el entorno y es una experiencia que podemos mantener", añadió el alcalde.

En principio, es la primera iniciativa de este tipo que se lleva a cabo en la zona. "No conozco ninguna experiencia similar", aseguró el alcalde. "Aquí se prestaba el sitio y el espacio, que está vallado, porque en un parque público es más difícil", admitió. Sin embargo, en países como Estados Unidos "son más habituales estos sistemas, sobre todo para superficies grandes", añadió.

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