Cuenta la leyenda que el rey Sancho Ramírez construyó el castillo de Montearagón aprovechando una de las prolongadas temporadas de niebla de la comarca de la Hoya de Huesca finales del siglo XI. Cuando volvió la claridad, el ‘wali (gobernador)’ de Wasqua, al verlo, entendió que la fortaleza estaba llamada a dominar la ciudad que él regía.

El rey de Aragón murió el 4 de junio del 1094 y en torno a esta fecha la Asociación de Amigos de Montearagón celebra desde hace más de 20 años una jornada cuyo objeto es poner en valor el castillo, que pervive como una sombra recortada sobre la sierra de Guara. Sus muros desdentados a duras penas aguantan sobre un cerro inestable que no ayuda a sujetarlos. Pero incansables e irreductibles, quienes defienden la importancia de mantener en pie lo que queda de la imponen construcción, volvieron a reunirse este domingo para dejar constancia de su misión.

El presidente de la Asociación de Amigos de Montearagón, Antonio Turno, señaló que el año se cerró con el acto del 4 de junio, ha sido de “espera esperanzada”. Según dijo, los últimos contactos mantenidos con el Instituto de Patrimonio Cultural de España (ICE) “nos indican que en 2017-2018 podríamos ver realidades”. En octubre de 2014, el ICE contrató un Estudio y Dictamen Técnico y Arqueológico del castillo de Montearagón, situado en el término municipal de Quincena, muy cerca de Huesca.

Esta prospección era necesaria para redactar un proyecto de obras de consolidación y restauración, que hace poco más de dos meses salió a concurso. Ya ha finalizado el plazo para la presentación de ofertas. Una vez que se adjudique, la empresa elegida tendrá un plazo de seis meses para redactar el proyecto. “Entendemos que estará hecho a principios de año”, apuntó Turno. El coste de las obras podría rondar el millón de euros.

Según explicó el presidente de la Asociación de Amigos, los trabajos se concentrarán en intentar consolidar el cerro, evacuar humedades y colocar tejados en algunos puntos donde penetra el agua. “Además, habrá que hacer que la visita de un ciudadano al castillo sea segura eliminando algún peligro de caídas a distinto nivel y señalizando qué es lo que se está viendo, indicó. “De 2017 a 2018, si las cuestiones presupuestarias no se tuercen en el camino, veremos el alcance de las obras”, añadió Turno.

En todo caso, estas no se percibirán a simple vista ya que Montantear continuará siendo una ruina, pero afianzada y que pueda visitarse. El objetivo primero y último de la Asociación de Amigos es que el castillo tenga vida. “Que se pueda visitar de manera ordenada, que tenga un módulo de servicio, que haya agua y luz...Que esto tenga vida”, apostilló el portavoz de la entidad.

Otro de los proyectos de la Asociación para esta anualidad que acaba de empezar es realizar una página web que informe al visitante sobre qué es el castillo, qué valores históricos y monumentales tiene, sus personajes ilustres… Montantear quedó abandonado en 1835, con la desamortización. Llegó a tener 10 torres, de las cuales hoy solo se conservan cuatro y una albarrana, además de la del homenaje. La primera intervención para su rehabilitación fue en 1996 y la última, en 2002.

El 4 de junio, los Amigos de Montantear volvieron a reafirmarse en su demandas. Además de con sus propias fuerzas, cuentan con el apoyo del Ayuntamiento de Quincena, cuyo alcalde, Javier Belenguer, abandera la causa y en ella ha embarcado a algunos de sus compañeros del Partido Popular en Madrid, como la diputada por Huesca Ana Alós y el secretario de Estado para las Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, que el domingo acudieron a celebrar el día del castillo.