A partir de julio el Salto de Bierge será de pago y tendrá nuevas limitaciones. En concreto, aquellos que quieran acceder deberán pagar 2 euros y el aforo estará acotado a 250 usuarios. Estas son algunas de las modificaciones que se han implantado para acabar con los problemas de masificación que tiene la zona, especialmente, en la época estival.

Según especifica el alcalde del municipio, Fernando Campo, "el objetivo es que todo esté a punto para el 1 de julio, aunque puede que se retrase unos días. Todo depende de la publicación en el BOA del acuerdo anunciado este miércoles". En el momento en que este documento se publique, habrá un plazo de 30 días para que sus indicaciones se hagan efectivas.

Después de este periodo, entrarán en vigor las nuevas restricciones y el pago de la entrada. En ese momento, el Ayuntamiento de Bierge ya habrá llevado a cabo la delimitación de espacios y el vallado de accesos peligrosos con el objetivo de controlar el paso.

Además, en las próximas semanas se deberán mejorar las dos zonas de aparcamiento existentes. En este caso, se contará con dos aparcamientos: el del ayuntamiento, con capacidad para 45 turismos, y el del albergue, en el que caben 30.

Por su parte, el Gobierno de Aragón se encargará de la señalización y el plan de actuación de emergencias. También colaborará con el municipio para establecer y aplicar el plan de control y seguridad. De la divulgación e información turística se hará cargo la Comarca del Somontano de Barbastro.

Según detallan desde el Ejecutivo autonómico, todas estas actuaciones se llevarán a cabo en 2017 y se complementarán en 2018 y siguientes con otras, como la instalación de baños, botiquín y almacén de materiales de mantenimiento, un sistema de depuración o pasarelas de acceso.

El salto de Bierge es un azud artificial para aprovechamiento hidroeléctrico que se encuentra en el término municipal de Bierge, en zona periférica de protección del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Sin embargo, debido a su atractivo como piscina natural, desde hace algunos años lleva viviendo un problema de masificación, con hasta más de 1.000 personas en la zona.