El alcalde de Huesca, Luis Felipe, ha advertido a los cinco portavoces municipales del ayuntamiento oscense de que no tolerará en el pleno determinados comportamientos que supongan una falta de cortesía corporativa o de respeto hacia el resto de miembros de la corporación municipal.

Una advertencia que Luis Felipe desea que los portavoces trasladen a los miembros de sus grupos municipales y que ha sido realizada este jueves en una Junta de Portavoces convocada para analizar el comportamiento de la concejal del PP, Antonia Alcalá, en el último pleno municipal al defender una moción para dar el nombre de Miguel Ángel Blanco, víctima de ETA, al espacio de la Rosaleda y fijar un acto de homenaje a las víctimas del terrorismo el día 27 de junio.

Felipe ha considerado que Alcalá se extralimitó en su intervención, "sobrepasó lo político, con una pérdida de cortesía corporativa y falta de respeto en el plano personal", al cuestionar los valores del alcalde en este debate.

"He requerido a los portavoces para que informen y adviertan a los miembros de sus grupos municipales que como alcalde no voy a tolerar en ningún pleno una falta de cortesía corporativa, ni de respeto en el plano personal. El debate político debe darse en las mejores condiciones de respeto".

El alcalde ha admitido que el "pleno fue tenso por la carga política que había", para señalar que observó "intervenciones que iban más allá de lo político". Ha recordado que como alcalde y presidente de la corporación puede quitar la palabra a un concejal que esté siendo irrespetuoso, expulsarle del pleno e incluso tomar otras medidas.

"El alcalde es el que regula el pleno, lo preside y cuando advierte que un concejal está en una intervención siendo irrespetuoso o faltando al decoro puede quitarle la palabra, expulsarle del pleno y otras cuestiones", ha sentenciado Felipe.