La Policía cierra la temporada de esquí con seis denuncias por intrusismo en las estaciones

"Estamos indefensos porque a quienes más nos exigen es a los que estamos dados de alta y tenemos todos los seguros en regla, pero hay mucho pirata que vemos trabajar día a día que no pagan la Seguridad Social, ni declaraciones de IVA ni nada y hacen todo el negocio en negro. Y pueden vender la hora –una clase particular ronda los 42 euros– incluso a mitad de precio porque salen ganando igual". Quejas como esta, expresada por Daniel Cruz, director de la Escuela de Esquí de Candanchú, son comunes en todas las estaciones y empresas de turismo deportivo que ofrecen clases a los miles de esquiadores que vienen a Aragón y son las que han motivado que esta última campaña la Unidad Adscrita de la Policía Nacional haya reforzado las inspecciones a pie de pistas para atajar el intrusismo profesional y la competencia desleal de monitores de esquí alpino y de snowboard que carecen de la titulación de Técnicos Deportivo de Nivel 1. Una infracción que está castigada con multas de 601 a 6.000 euros.

Antonio Placer, comisario de la Unidad Adscrita, recuerda que una de sus competencias es la inspección de todas las actividades que están sometidas a la disciplina de la Comunidad Autónoma, como las reguladas por la Ley de Turismo de Aragón, que tipifica como infracción grave "el ejercicio de actividades turísticas sin la debida autorización o sin haber formalizado la declaración responsable".

Estos policías, que son expertos esquiadores, han levantado esta temporada 6 denuncias por intrusismo, 3 en las estaciones de esquí de Huesca –donde las inspecciones comenzaron el 21 de enero y se prolongaron durante 20 jornadas alternas– y otras 3 en las de Teruel –a partir del 28 de enero y durante un total de 17 días–. Entre ellas, según explica Antonio Placer, se denunció a un club deportivo cuyos profesores no tenían la titulación adecuada, y a una persona que ejercía de profesor sin poseer el título tampoco, ambos en Cerler.

Y aunque no es un dato que aparece en estas estadísticas, desde la Unidad Adscrita también se congratulan de que su presencia más visible en las estaciones ha "disuadido" a intrusos habituales de seguir con su actividad ilegal "porque al darse cuenta de que hacíamos inspecciones más continuas, han dejado de ir".

Con todo, la actuación de la Policía autonómica no se ha limitado solo al aspecto sancionador ya que también ha trasladado a la Dirección General de Deportes del Gobierno de Aragón las quejas que les han hecho llegar las escuelas de esquí sobre la diferencia de exigencias legales que tienen con los clubes, que también dan clases. "Se quejan de que la carga impositiva y la exigencia de las instalaciones es mayor y de que los clubes están haciendo un mal uso de esa ventaja al dar de alta socios eventuales para poder dar clases sin tener que estar registrados como empresas de turismo deportivo", explica Placer.

Actas por drogas, auxilios...

Coincidiendo con su presencia ‘in situ’ en las estaciones, estos policías también intervinieron en otros asuntos de seguridad y así por ejemplo levantaron 5 actas por consumo de estupefacientes, "algunas de ellas casos muy flagrantes", destaca Placer, y resolvieron algunos conflictos entre esquiadores que pensaban que les habían sustraído sus equipos.

Además, tuvieron que socorrer a los ocupantes de un turismo que se había salido de la calzada por la nieve y a otros que tenían problemas para colocar las cadenas. También presenciaron pequeños accidentes y practicaron los primeros auxilios a esquiadores hasta que llegaron los servicios sanitarios de la estación; y ayudaron a un niño de un grupo escolar que se había perdido.

Daniel Cruz, director de la Escuela de Esquí de Candanchú, aplaude estas inspecciones y de hecho cree que deberían ser más frecuentes para garantizar los derechos de las empresas y asociaciones registradas y que tienen todos los papeles en regla. Sostiene que ya que la reglamentación de Aragón es más restrictiva y va muy por delante de otras comunidades, "hace falta también más apoyo por parte de la Administración para fiscalizar que todo el mundo cumple con la normativa". En su caso, esta temporada llegaron a tener 50 monitores titulados en plantilla.

"Lo veníamos reclamando"

Muy similar es la opinión de Luis Blanco, jefe de administración de la Escuela Española de Esquí de Cerler. "Es algo que veníamos reclamando desde hacía tiempo porque a nosotros nos inspeccionan muy exhaustivamente y nos gustaría que se hiciera igual con todo el mundo. Y si alguien está trabajando de forma ilegal o tiene alguna irregularidad, que se actúe", defiende.

Blanco asegura que saben "a ciencia cierta" que hay personas intrusas ejerciendo en Cerler y también empresas que contratan a gente para impartir clases sin la correspondiente titulación. "Y aparte de que no cumplen con los requisitos de infraestructuras que nos exigen a nosotros, sus gastos son mucho menores y lógicamente pueden tirar los precios", se queja. Una competencia desleal frente a casos como el de su escuela, que llega a tener más de 80 profesores en temporada alta, más los 27 socios de la sociedad cooperativa ya que la mayoría de ellos son profesores de esquí autónomos. "Y todos ellos cumplen con los seguros, los títulos...", remarca.

Mientras, Alberto Bernabé, de la escuela Skicenter de Cerler, también advierte de que, más allá de aspectos económicos, el problema para los usuarios de acudir a los servicios de personas intrusas "es sobre todo de calidad, porque las titulaciones garantizan que esos monitores han hecho los cursos necesarios para impartir las clases adecuadamente, y alguien sin titulación puede ser cualquiera de la calle".