Boltaña ya ha encontrado a su vecino número 1.000

El Ayuntamiento lanzó una campaña para incrementar su padrón, que contaba con 999 habitantes.

Fiesta de la Convivencia en Boltaña, en agosto de 2016.
Boltaña ya ha encontrado a su vecino número 1.000
Heraldo

No le esperaba una alfombra roja ni una lluvia de confeti, pero el empadronamiento Mauricio Robledo en Boltaña se recibió como una fiesta. El ayuntamiento de esta localidad de la comarca del Sobrarbe había lanzado la campaña ‘Ayúdanos a ser 1.000’ y fue este joven, que llevaba varios años residiendo allí, el que decidió hacer oficial su registro y permitir así alcanzar las cuatro cifras en el padrón. Pero como indica José María Giménez, su alcalde, “esto no acaba aquí”, y desde que se pusiera en marcha la iniciativa, han sido 12 las personas que se han inscrito como nuevos vecinos. “Una vez actualizadas las altas y bajas podemos decir que ya somos 1.007”, anuncia con satisfacción.

El fin de la iniciativa ideada en el consistorio era llegar al millar en su censo, que se situaba hace apenas dos semanas en los 999 vecinos empadronados. Y la respuesta no pudo ser mejor. “En estos días, tras conocerse la campaña, además de a Mauricio, hemos incluido a dos familias de cuatro y cinco miembros, que llevaban un tiempo residiendo aquí y que han dado el paso para empadronarse, pero también vecinos más recientes, como un Guardia Civil del Greim o un joven que vivía en la comarca y se ha comprado finalmente un piso en Boltaña”, relata Giménez.

“En los últimos cinco o seis meses ya habíamos notado que contábamos con nuevos vecinos en Boltaña, lo que nos hacía estar muy contentos. Ahora que han dado el paso de empadronarse, todavía más”, apunta el primer edil, que vio cómo esta campaña a través de las redes sociales permitía dotar de un gran impulso a la labor de búsqueda de nuevos vecinos que han llevado a cabo desde el ayuntamiento en los últimos años. “Esperamos que la tendencia siga al alza y ya estamos pensando en llegar a los 1.050”, bromea.

Ese salto que supone llegar al millar de habitantes, que como ocurría en Boltaña puede representarlo una sola persona, tiene diferencias sustanciales en el funcionamiento del pueblo, como explicaba Giménez en el momento de lanzar la campaña. Así, en el aspecto económico, las ayudas que se reciben tienen cambios sustanciales al cruzar el umbral de los mil vecinos. En el caso de las que llegan desde la Diputación Provincial, la variación se puede cifrar en hasta 12.000 euros, con respecto al plan de obras. Además de las que llegan desde los ministerios, que también se ajustan de manera proporcional en función de la población.

También varía el número de concejales, ya que aunque actualmente cuentan con nueve, de no superarse los 1.000 habitantes, el alcalde alertaba de que el número se podía reducir hasta los siete.

“El fin de la iniciativa era también poner en valor la vida en el pueblo, que la gente conozca las posibilidades que ofrece una localidad como esta, y saber que cuantos más seamos, todo funcionará mejor”, relataba José María Giménez en el momento de hacer la llamada a sus posibles nuevos vecinos, destacando la multitud de servicios con los que cuenta Boltaña. Entre ellos, la escuela infantil, que es un punto muy a valorar por las familias a la hora de instalarse.

Con estos 1.007 el censo de Boltaña vuelve a mirar hacia arriba, después de que en el último lustro hubiera perdido habitantes, ya que en 2012 los datos del Instituto Nacional de Estadística reflejaban un pico de población. Ese punto más alto fue de 1.092 personas, coincidiendo con la construcción del Hotel Monasterio de Montaña y los empleos que generaron las obras. “Algunos de los que trabajaban allí optaron por empadronarse”, explica el alcalde, que todavía ve un poco lejano el volver a alcanzar esa cifra, aunque teniendo en cuenta el ritmo de los últimos días no parezca descabellado.

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