Por segunda vez en sus 15 años de vida, el parque tecnológico Walqa, de Huesca, ha tenido que recurrir a una ampliación de capital para equilibrar sus cuentas. En 2014 ya realizó una operación financiera de 1,6 millones de euros por la deuda que mantenía con varias entidades financieras y el parón en la venta de parcelas. Y en esta ocasión el desembolso ha sido de cerca de 900.000 euros para tapar un agujero de los pagos que había pendientes con los proveedores.

El Gobierno de Aragón ha asumido esta aportación en su totalidad afianzando su posición mayoritaria en la sociedad, que ha pasado del 56,05% al 72,74% ya que los otros tres socios (Bantierra, Ibercaja y Ayuntamiento de Huesca) renunciaron. Así lo explicó ayer la consejera de Economía, Industria y Empleo, Marta Gastón, que viajó a Walqa para participar en una reunión del Consejo de Administración.

Precisamente el órgano que en su día acordó por unanimidad que no trascendiera esta deuda "porque aunque si se hacía pública, el perjudicado era el parque ya que se daba una imagen mala", justificó.

Y es que Gastón quiso dejar claro que, además de atender las demandas de los empresarios, que han pedido acciones para relanzar Walqa como formación de mano de obra cualificada o un plan de promoción para atraer nuevas firmas, la prioridad de la nueva consejería fue poner al día la gestión del anterior Ejecutivo PP-PAR, "que tenía muchas zonas de sombras", criticó.

No obstante, en respuesta a las carencias de personal cualificado, la principal necesidad detectada por los empresarios, la consejera de Economía aseguró que están a la espera de que el Gobierno de Aragón apruebe sus presupuestos para traer a Walqa una "réplica" del Centro de Tecnologías Avanzadas de Zaragoza, "que tiene una calidad reconocida a nivel nacional y que ofrece una actualización permanente de la formación del alumnado ya que en el campo de las nuevas tecnologías enseguida se queda obsoleta". Recordó que en los 13 años de vida de este centro han pasado más de 25.000 y que en 2016 casi el 78% de los alumnos desempleados se insertaron en el mercado laboral, y el 69% de los ocupados lograron una mejora laboral. "Creemos que hoy en día es la mejor de las formaciones para lo que están reclamando los empresarios", subrayó.

Junto a ello, recordó que ya se han puesto en marcha dos ciclos formativos de FP Dual en el IES Sierra de Guara de Huesca para atender las demandas de las compañías tecnológicas (Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma y Administrador de Sistemas Informáticos en Red). Y también un taller de empleo con diez parados "con salidas casi seguras en empresas del parque o en iniciativas de emprendimiento". Una de sus tareas será desarrollar una intranet para favorecer la colaboración entre las firmas de Walqa de cara a optar a proyectos importantes "porque aunque sean competencia, siempre van a ganar más cooperando entre ellas que compitiendo", aseguró.

Descartó, sin embargo, otras estrategias de formación del pasado como el grado de Informática que impartió durante varios años la Universidad San Jorge en Walqa "porque el máximo número de alumnos fue de 12 y no sabemos si el esfuerzo presupuestario que se debió hacer en su día respondió a las necesidades de los empresarios". No obstante, resaltó que quieren trabajar más "de la mano" de la universidad "pero desde otros ámbitos como convenios o prácticas".

Interés de nuevas empresas

También de la aprobación de los presupuestos de 2017 depende la puesta en marcha del plan estratégico que incluirá acciones de promoción para captar empresas. En este sentido, Gastón fue prudente y recalcó que "los milagros, y más a corto plazo, no los dominamos". Sí aseguró que a su puerta han llamado firmas interesadas en ubicarse en el parque. "Hay perspectivas de que se instalen nuevas, pero las decisiones empresariales nunca se materializan en dos días", dijo. Además, rebajó las expectativas afirmando que hoy en día la mayoría suelen ser ‘startups’ (compañías emergentes) de pocos empleados "pero que luego van creciendo".

También quiso dejar claro que no es momento de pensar en la llegada de grandes empresas como las que hubo en los inicios del parque. "Estamos en unos tiempos completamente distintos. A veces se sigue con la mentalidad de lo que se podía hacer unos años atrás, cuando si acudía un proyecto empresarial, el Gobierno de Aragón le ponía la alfombra roja con ayudas directas. Pero ahora toda ayuda que se da a un proyecto empresarial tiene que pasar por una convocatoria de concurrencia pública", señaló.