"A recoger, dijo don Pablo". En la actualidad, esta frase todavía es utilizada en las aulas y hogares de la localidad de Tardienta, donde muchos recuerdan con cariño la figura del maestro al que hace alusión, Pablo Santolaria Ducóns (1851-1911), cuya memoria fue ayer homenajeada.

Los actos contaron con la presencia de numerosos vecinos, a los que acompañó el nieto del venerado profesor, Miguel Ángel Santolaria, que desglosó la figura de su abuelo, un hombre "polifacético, de carácter liberal, al que sus alumnos adoraban". De hecho, sus clases se salían de lo convencional.

Por ejemplo, junto a sus alumnos, era habitual que recorriese la sierra con el fin de explicarles las características de la flora y la fauna de la zona así como diversos episodios históricos. Además, fue pionero en la introducción de la papiroflexia en las aulas y durante los primeros años del siglo XX, obtuvo una mención honorífica de la Casa Real al conseguir que el municipio monegrino fuera el único pueblo de Aragón sin analfabetos, lo que recordó ayer el alcalde de Tardienta, Agustín Segura, que, junto al nieto del docente, descubrió una placa en su memoria.

En concreto, fue colocada en la calle que lleva su nombre y donada por la Asociación de Amigos de la Música de Zaragoza. El colectivo está presidido por el propio Miguel Ángel Santolaria, tenor lírico, que, junto a varios compañeros de profesión, interpretaron distintas piezas de ópera y zarzuela. Antes del concierto, además de Santolaria, intervino el historiador local José Ángel Viñuales, que, al igual que el primero, aportó interesantes y curiosos datos sobre la trayectoria del docente homenajeado.

Por ejemplo, fue un pionero en el campo de la fotografía y a finales del siglo XX, poseía su propio laboratorio. A lo largo de su vida, realizó numerosas instantáneas, entre ellas está documentada una imagen del tradicional Saludo de la Bandera de Tardienta, que tiene lugar el día de Santa Quiteria y que fue publicada en el diario ABC en el año 1900.

En la actualidad, su nieto está trabajando para realizar una exposición con todas las instantáneas realizadas por su abuelo, que se casó con un vecina de Tardienta, Antonia Viñuales, que dio a luz a once hijos. De ellos, solo tres llegaron a la vida adulta, entre ellos, el primogénito, Antonio, que siguió los pasos de su padre. En 1936, durante el inicio de la Guerra Civil, fue fusilado cuando ejercía como maestro en Javierrelatre.

El padre del homenajeado fue distinguido por su acción heroica contra las tropas carlistas durante el 5 de marzo de 1838 en Zaragoza. Tras la contienda, regresó a Huerto, donde ejerció como cartero. En una ocasión, cayó enfermo y su hijo, que tenía 12 años, decidió cargar la saca en un burro y realizar el habitual reparto. Según explicó ayer su nieto, el joven se encontró con un hombre en su camino, que miró los periódicos así como varias cartas y finalmente, le invitó a almorzar magras con tomate, pan y vino. Al despedirse, además de desear una pronto recuperación para su padre, le pidió que le contara que había compartido mesa con Mariano Gavín Suñén (1838-1875), el Cucaracha, el bandido aragonés más famoso.

Un hombre polifacético

Durante el acto, también recordaron otras disciplinas a las que era aficionado el venerado maestro. Así, entre ellas, tocaba la guitarra y la bandurria, cantaba y además, recitaba con gran voz. Asimismo, poseía una amplia biblioteca y en el café de la estación organizó una tertulia cultural, que era frecuentada por numerosas personas de diferentes localidades. Y, como curiosidad, sabía escribir con el pie derecho.

A su fallecimiento, Santolaría fue enterrado en Tardienta, "donde ahora conocemos más de su trayectoria vital y profesional, lo que nos ayudará a recordarlo con orgullo", destacó el primer edil. "De hecho, fue toda una institución, un hombre involucrado con los vecinos de la población y, como ocurría entonces, capaz de dinamizar la vida cultural de todo un pueblo".

Para su nieto, la jornada de ayer resultó "hermosa y emotivo, ya que se trata de recordar a un hombre extraordinario, que nos dejó un gran legado". El homenaje fue organizado por el Ayuntamiento de Tardienta y la Asociación de Amigos de la Música de Zaragoza.