La historia de la lucha contra los aludes se actualiza y explica las obras pioneras de Canfranc

Un nuevo libro pone al día el de José Mª Ayerbe de 1962, el primero de España que estudió la nieve de modo integral.

Pablo Huelín, Juan Ángel Mintegui y José Carlos Robredo, autores del libro.
La historia de la lucha contra los aludes se actualiza y explica las obras pioneras de Canfranc
Laura Zamboraín

La historia de la lucha contra los aludes se inició en Suiza en 1870 y en España data de 1910, en Canfranc, más concretamente en el monte de Los Arañones, donde se construyeron diques vacíos de la mano del ingeniero altoaragonés Benito Ayerbe para proteger la plataforma de la futura Estación Internacional de Ferrocarril. Tanto este ingeniero, como Coaz en Suiza, se dieron cuenta que los aludes se desprenden, no solo en el contacto del manto de nieve con el terreno, sino también en cualquiera de las capas que lo integran, por lo que las obras de defensa debían retener toda su altura.


Dadas las dificultades para conseguir este efecto en el paraje de Los Arañones, Benito Ayerbe ideó el dique vacío para conseguir los siguientes objetivos: retener el manto de nieve, frenar los pequeños aludes de fondo, frecuentes en el Pirineo, e impedir que se formen grandes aludes reduciendo para ello el volumen de la masa de nieve capaz de ponerse en movimiento.


Entre 1910 y 1928, fecha esta última que se inauguró la Estación Internacional, se reforestaron las zonas que fueron posibles en el paraje de Los Arañones; se realizaron diques vacíos en los cauces de los torrentes que vierten al río Aragón en dicho paraje y se realizaron muros de piedra para nivelar el terreno en las cabeceras de las cuencas vertientes a los torrentes para sujetar en ellas el manto de nieve. El coste fue de 8.334.039 pesetas de la época.


En estas tareas tuvo una intervención especial otro ingeniero aragonés, Florentino Azpeitia, que redactó el primer proyecto de defensa ante aludes y corrección del caudal de los torrentes que desembocan en el Aragón en el tramo de la futura estación.


Todas estas cuestiones se recogen en el libro de José María Ayerbe Vallés ‘Corrección de aludes: nociones sobre la nieve, formación de aludes y sistemas de defensa (1962)’, la primera publicación de España que estudió la nieve de un modo integral, con el propósito de aportar soluciones para proteger a los montañeses ante el riesgo de aludes.


Ahora, el libro ‘Estudio del manto de nieve y defensa en la montaña ante el peligro de aludes’, de Juan Ángel Mintegui, José Carlos Robredo Sánchez y Pablo Huelín, adopta el estilo y los objetivos del texto de Ayerbe, actualizando el contenido de las materias abordadas en el mismo con la incorporación de nuevas aportaciones científicas y técnicas procedentes de Europa (especialmente de Suiza y Francia), como de Estados Unidos, que han surgido en este medio siglo que separa a ambos textos.


"Nuestro libro toma el de José María Ayerbe como modelo y, como él en su libro, hemos actualizado los conocimientos de los temas desarrollado en el nuestro, para adecuarlos al siglo XXI. Hemos querido hacer un libro práctico, dirigido hacia la protección de los habitantes de la montaña, sus visitantes y sus infraestructuras ante el riesgo de aludes", explica Juan Ángel Mintegui . Al mismo tiempo, al utilizar ejemplos del Pirineo aragonés, "hemos recordado a los ingenieros del pasado, algunos de los cuales asumieron plenamente su oficio con naturalidad y maestría, lo que en términos actuales llamaríamos excelencia". Se trata de un trabajo de "muchos años" reconoce el autor.

Un lugar ‘seguro’

A pesar de todos los episodios relacionados con aludes que ha registrado Canfranc, el libro concluye que se trata de un lugar "seguro" porque aunque hubo avalanchas importantes algunas no llegaron a la población "y eso fue posible gracias a las obras de defensa que los frenaron".


El libro tiene carácter didáctico porque trata el estudio del manto de nieve, el fenómeno alud y su comportamiento en la montaña y la defensa ante el riesgo de aludes. Igualmente, se incorpora investigación, porque se describen los 100 años de experiencia de esta localidad del valle del Aragón. Respecto a los diques vacíos que se construyeron, "han resultado muy eficientes para aludes de nieve húmeda de baja velocidad y pequeña dimensión, circunstancias muy habituales en el Pirineo", añade el autor.


La filosofía de estos diques "era recoger la nieve para fragmentar el frente del alud, impidiendo la formación de avalanchas de grandes dimensiones". Además de estas infraestructuras también se realizaron otras obras de fijación del manto de nieve, como las redes antialudes.


La publicación también recoge los incidentes en las cuencas y cauces de los torrentes, que "son pocos, para lo que podría haber ocurrido". Los últimos episodios se registraron en el año 93, cuando un alud alcanzó la iglesia de Canfranc, y en el año 2012, que se produjeron daños menores en la cabecera del por las intensas lluvias que se registraron ese año.

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