El salto de Bierge tendrá un acceso limitado y los usuarios pagarán por el aparcamiento

Administraciones y agentes sociales acuerdan las medidas para poner coto a la masificación. Se podrá saltar desde lo alto de la presa, pero será bajo la responsabilidad del bañista.

Masificación en el salto de Bierge.
Se plantea cobrar una tasa y limitar el acceso para evitar la masificación en el salto de Bierge
Heraldo.

Este verano se pondrá coto, por fin, a la imagen de cientos de bañistas en el salto de Bierge y de largas colas de autobuses ocupando la pequeña carretera de acceso a la presa. Autoridades y agentes del territorio se comprometieron ayer en una reunión celebrada en la Comarca del Somontano a llevar a cabo una serie de actuaciones para regular el acceso a este idílico paraje, a las puertas del Parque Natural de la Sierra de Guara.

Una regulación, al igual que ocurre en otras zonas del Pirineo, que se sustentará en la limitación de acceso y en el pago de una tarifa para estacionar en un parquin que se hará cerca de la zona de baño. Se ha encargado al Centro de Desarrollo Rural (Ceder) del Somontano un estudio para conocer el cupo máximo de personas y se adecuará un terreno de aparcamiento provisional para las épocas de mayor afluencia en verano, de pago. Será una inversión no muy costosa financiada con programas europeos del Ceder, alquilando terrenos adyacentes a la presa.

La reunión contó con la presencia del director del Inaga, Jesús Lobera; el presidente de la Comarca y del Patronato del Parque, Jaime Facerías; o el alcalde de Bierge, Fernando Campo; así como representantes de la CHE, Guardia Civil, Protección Civil o empresarios turísticos. "Hay que regular el uso y disfrute de ese espacio y antes del periodo estival. Todos estamos de acuerdo. Hay que controlar ese espacio natural y pagar por acceder", explicó Jaime Facerías. El control de entrada lo realizará personal que se va a contratar, a través del Ayuntamiento, o servicios de seguridad privados. Previamente, el Consistorio elaborará en una ordenanza fiscal para establecer el precio de la zona de aparcamiento.

En cuanto a la controversia sobre los saltos surgida a raíz de la colocación en verano de las señales que prohibían esta práctica, el alcalde matizó que "las señales seguirán para advertir de que la responsabilidad en caso de accidente será de la persona que salte y salvar la responsabilidad municipal". En este sentido, se va a buscar la fórmula legal que exima al Ayuntamiento de una demanda judicial. "Nosotros apostábamos por regular al máximo posible así que estamos satisfechos con la reunión y vamos a trabajar rápidamente para que este verano ya haya soluciones", declaró Fernando Campo.

Por su parte, el director provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, José Miguel Malo, reiteró la voluntad del departamento "de solucionar un problema complejo", que implica a numerosas administraciones, "para que no vuelva a ocurrir lo de estos años". En momentos puntuales del verano se han llegado a concentrar más de 2.000 personas y una treintena de autobuses.

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