La reserva de nieve en el Pirineo llega a triplicar la media de los últimos cinco años

La CHE explica que la cifra no es extraordinaria, aunque es importante para generar una buena base.

Fuente: Confederación Hidrográfica del Ebro
Fuente: Confederación Hidrográfica del Ebro
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La nieve ha llegado al Pirineo mucho antes que en los últimos años, por lo que no solo ha sido posible la apertura de todas las estaciones de esquí para este doble puente festivo sino que ha contribuido a comenzar la temporada con una gran reserva en la parte alta de las subcuencas del Ebro. De este modo, la nieve acumulada triplica la existente el año pasado e incluso la media de los últimos cinco años. Por ejemplo, en la cuenca del Gállego hasta Sabiñánigo se registran 62 hm3, frente a los 20 de 2015 e incluso a los 15 del último lustro. La jefa de Hidrología de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Marisa Moreno, puntualiza que las cifras «no son anómalas», si bien es importante esta nieve temprana para generar una base sólida.


En el conjunto de la cuenca del Ebro, desde Cantabria a Cataluña, se han acumulado 587 hm3 (nieve equivalente a agua), mientras que en 2015 había 296 y la media desde 2011 es de 276. No obstante, estas cifras no son extraordinarias, recalca Marisa Moreno. En los últimos cinco años la nieve ha llegado tarde, de modo que el periodo puede resultar insuficiente para la comparativa, por lo que al remontarse hasta el año 2000 se observa que en los años 2002, 2003 y 2008 se rondaron los 700 hm3. Con todo, otros años no se habían alcanzado estas magnitudes hasta finales de enero, indica la experta.


La cifra total de la cuenca del Ebro solo duplica la del año anterior, pero en el caso de las subcuencas del Pirineo aragonés se llega a triplicar, porque es donde los últimos frentes han dejado más nieve. De hecho, no solo son mayores las aportaciones en relación con otras zonas de Navarra o de Cataluña, sino que también es superior la proporción con respecto a años anteriores.


De este modo, además de los datos mencionados del Gállego, en el río Ara hasta Boltaña hay 37 hm3 frente a los 8 de 2015 y los 10 de media. La situación es similar en el Cinca, que es donde más nieve se acumula, con 74 hm3, mientras que el año pasado había 16 y en los últimos cinco la media ha sido de 20. También en el Ésera se registran 60 hm3, frente a la media de 26 y en el río Aragón hasta el embalse de Yesa son 54, mientras que el año pasado había 28 y la media es de 21.

Una buena base

Con todo, la acumulación de nieve será muy variable a lo largo de la temporada, porque la evolución depende de cuánto nieve, cuándo, dónde, con qué temperaturas, la incidencia del viento..., explica la jefa de Hidrología de la Confederación, ya que no solo depende de la cantidad que caiga sino de los procesos de fusión de la misma. De hecho, la temperatura es una de las variables que la CHE tiene en cuenta para las evaluaciones de reservas que realiza cada semana. Por ello, la ventaja de esta nieve, que ha sido más temprana que en los últimos años, es que va acompañada de temperaturas más bajas al ir de cara al crudo invierno, por lo que es un buen inicio para crear una base sólida, sobre la que después se asienten mejor las capas superiores.


Aunque es imposible prever cómo se desarrollará la temporada, lo esperable es que la nieve se vaya acumulando con distintos picos en función de la llegada de los frentes, pero que en marzo se alcancen los 2.000 hm3.

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