La campaña de trufa negra empieza con gran escasez por la sequía en el monte y en las plantaciones

Según el presidente de la asociación de productores, prácticamente no habrá producto natural en toda la temporada. El mercado de Graus abrirá sus puertas el próximo 3 de diciembre.

La producción de trufa en Aragón supone un 65% de la que se obtiene a nivel nacional.
La campaña de trufa negra empieza con gran escasez por la sequía en el monte y en las plantaciones
Heraldo

La situación de extrema sequía vivida en los últimos meses está hipotecando el inicio oficial de la campaña de trufas 2016-2017. La práctica inexistencia de trufa natural y la incógnita del rendimiento de las truferas cultivadas marcan los primeros días de la temporada.


La campaña comenzaba oficialmente el pasado martes pero en España no ha generado desde entonces movimientos ante la ausencia de ejemplares en este inicio de la temporada. Sin embargo, en Francia el mercado oficial arrancaba el viernes con unos precios al por mayor en torno a los 270 y 300 euros, que fuentes del sector consideran como "muy interesantes" al tratarse de unas cifras muy inusuales para el arranque del ejercicio.


"Una cosa es que podamos empezar a cazar trufas y negociar con ellas de forma oficial y otra que se inicie realmente la campaña, algo que estamos teniendo muy complicado", apunta José Vicente Girón, el presidente de los truferos altoaragoneses, quien reconoce que los profesionales han empezado "muy fríos". Comentan que en el monte prácticamente no aparecen trufas salvajes, agostadas por la sequía, y que en las plantaciones la cosecha viene bastante retrasada.


Así las cosas, nadie en el sector se atreve a hacer predicciones sobre este inicio, ya que, además, la cosecha en las plantaciones truferas solo está garantizada en aquellas que se han podido regar. Varias plantaciones han sufrido graves pérdidas en el arbolado y aquellas que han tenido problemas de agua van a estar en las mismas condiciones de ausencia de producción que las que se están encontrando los truferos en el monte abierto. "Estamos empezando y posiblemente dentro de quince días podamos hablar ya con datos más fiables pero todo parece indicar que prácticamente no va a haber trufas naturales durante toda la temporada", abunda Girón que, como el resto del sector, espera ver el resultado de las plantaciones micorrizadas para hacer una previsión sobre cómo se va a mover el mercado.


Esas fincas tienen la llave para salvar la situación y, de hecho, empiezan ya a rendir resultados. Algo que confirma Héctor Vilas, un joven truficultor con unas cuidadas parcelas en Torre de Ésera, que empezaba la recolección ayer con unos resultados bastante halagüeños. "La zona regada está respondiendo bien", comenta el productor. Reconoce que las primeras trufas que ha recolectado tienen menor calibre que las que se producían por estas fechas el año pasado, aunque destaca que los ejemplares de ‘Tuber melanosporum’ que van apareciendo son de "muy buena calidad" y que no se puede hacer caso de los primeros datos. "La trufa –explica- es muy desconcertante; un día la puedes encontrar pequeña y al siguiente, en el mismo sitio y sin saber por qué, grande, sin que ello vaya en detrimento de su calidad".


Ejemplo de la incorporación de savia nueva al sector, Vilas invita a los jóvenes del mundo rural que se quieran dedicar a la agricultura a que apuesten por la truficultura como un complemento "más que necesario" de las rentas agrarias y les anima a que se formen y se involucren..

Con más o menos cantidad de trufas, lo que sí confirma Vicente Girón es la celebración de una nueva edición del mercado de la trufa fresca en Graus, que abrirá sus puertas el 3 de diciembre en la plaza Mayor y estará todos los sábados operativo hasta el 12 de marzo compaginando la vertiente mercantil con la oferta de degustación gastronómica ofrecida cada semana por distintos restaurantes de la provincia.

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