La abogada del joven de Barbastro acusado de la muerte del agente de Tráfico José Antonio Pérez el pasado 4 de marzo en un control alega que su cliente sufre limitaciones mentales y, aunque no lo hacen inimputable, sí que lo condicionan. “Tiene una deficiencia mental”, ha asegurado la letrada Cristina Dolcet, para añadir que también afecta a su memoria. Además, no sabe expresarse con fluidez, lo que afecta a sus declaraciones. Esas limitaciones, ha dicho, “las  tiene desde pequeño”, pero por sus circunstancias familiares no han sido controladas. “Él se puso nervioso por la situación y no supo controlar el vehículo”, ha señalado, recordando que tampoco tenía carné de conducir. Abraham G. N. cumplió 18 años dos meses después del suceso y está siendo juzgado por la Ley del Menor. El fiscal pide para él ocho años de internamiento y la acusación particular, diez.

La defensa espera que durante la segunda sesión del juicio, que se celebra este martes, se acrediten esas limitaciones. Están citados los forenses y los psicólogos que han redactado informes sobre su estado mental. Por otra parte, la abogada aseguró que ha mostrado arrepentimiento. “Dice: ‘si no hubiera cogido el coche’, ‘si no hubiera cogido el coche...”.

En la mañana de este martes han declarado además varios testigos presenciales: los conductores que estaban parados en el control y los ocupantes del Audi Q7 contra el que chocó el Opel Astra del acusado. La vista oral finalizará con los peritos.

Sobre la declaración exculpatoria del acusado, según el cual su intención no era matar al guardia, el abogado de la acusación particular ha dicho que el juicio aporta “muchos más elementos de prueba, gracias al trabajo de la Fiscalía y de la Policía Judicial, para desarticular lo que está diciendo la defensa”. Mariano Tafalla considera que existe homicidio doloso (lo arrastró casi 500 metros a más de 80 por hora) y además pide la implicación de los otros tres ocupantes.