El comercio de Huesca saca su lado más terrorífico

Todo un infierno con sus calderas burbujeantes y seres de ultratumba han creado en Ultramarinos La Confianza de Huesca con motivo de la celebración de Halloween, y que les ha servido para ganar el concurso de escaparate de esta edición.

“Es una mezcla de gelatina, diferentes alcoholes, alcohol de quemar y Sangre de Toro”, explicaba Víctor Villacampa, del mítico establecimiento oscense, a la hora de interrogarle sobre el líquido viscoso que hacía de base para su creación, y en el que flotaban esqueletos y algunos de los productos de su tienda como diferentes tipos de sal, guindillas, especias o pequeñas botellas de absenta.

Todo un reclamo para los cientos de niños que ataviados con disfraces de brujas, calabazas o esqueletos, recorrieron este lunes el centro de la ciudad en busca de caramelos, y que se detuvieron en las vitrinas del establecimiento a observar la propuesta ganadora del certamen o entraron a pedir dulces.

Ligar sus productos a la temática de los diferentes concursos de escaparates que propone la asociación de comerciantes de Huesca es una tarea complicada para la tienda A Faldriquera, dedicada a la indumentaria tradicional, como explica su propietaria María Ángel Buesa, pero en esta ocasión lo ha conseguido, ya que ha ganado el segundo premio del concurso de Halloween. 

“Hemos querido huir de los motivos más americanos y sacar la parte de las leyendas de nuestro territorio”, explica Buesa. Así, las brujas del Pirineo han protagonizado su propuesta, que cuenta con las piernas de tres de estos personajes, ataviados con prendas de la tienda, escondiéndose. Porque como reza un cartel en la propia vitrina, “Las brujas del Pirineo cuando tienen miedo se meten por los agujeros”.

También era una bruja la protagonista de la propuesta de la tienda Digital Print, que ha aprovechado su reciente traslado a la calle Fatas de la capital oscense para participar por primera vez en el concurso, ya que en su anterior ubicación no contaba con escaparate. La propuesta recreaba una botica, llena de pócimas y brebajes,en cuyas estanterías había diferentes elementos creados en el establecimiento.

“Hay tazas, que las hacemos nosotros, invitaciones, tarjetas de visita o hasta la cara de la bruja es una impresión”, comentaban en el comercio, que vivió la tarde de Halloween con especial intensidad, ya que todos sus empleados iban disfrazados. “Hemos aprovechado la ocasión para dar a conocer nuestra nueva tienda, y hemos repartido caramelos entre todos los niños, ya que han pasado como un centenar durante toda la tarde”.

En la Compañía de Gales, dedicada a la venta de ropa, sí que suelen participar en todos los certámenes de escaparates, y en esta ocasión han sido merecedores de un cuarto premio, con una propuesta inspirada en la película 'Los chicos del Maíz'.

“Siempre nos gusta participar en los concursos, ya que ganes o no, le da vidilla a la tienda. La gente se pasa a mirarlo y es como un reclamo más”, comenta Paloma Calvo, empleada del comercio y encargada del diseño en esta ocasión.

Sustos en el Casco Viejo

Halloween también se vivió especialmente en la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de la ciudad, Osce Viella. La agrupación volvió a convertir su sede en un pasaje del terror, por el que pasaron cientos de niños y sus padres. Divididos en grupos reducidos, recorrieron varias estancias, convertidas en un cementerio y que escondían personajes disfrazados dispuestos a asustar a los asistentes. La misma sede también contó con una 'mini-disco' para los niños y reparto de chucherías.

El centro comercial Coso Real fue otro de los puntos en los que se vivió Halloween en la capital oscense, con diferentes actividades para los más pequeños.