Un pastor encuentra posibles restos del montañero perdido en el valle de Bujaruelo

La Guardia Civil investiga si los restos humanos encontrados este lunes en Bujaruelo podrían corresponder al cuerpo de José María García Fernández, el excursionista de 36 años cuyo rastro se perdió en este valle el pasado 23 de abril y cuya desaparición provocó un amplio despliegue de medios oficiales y voluntarios. A finales de mes se cumplía medio año de su desaparición.

Sobre las 11.00, un pastor llamó a la central del 062 de la Guardia Civil de Huesca diciendo que había localizado restos humanos cuando se encontraba por la zona alta del río Ara en una zona en dirección al Vignemale.

Al lugar se dirigieron el helicóptero de la Unidad Aérea de la Guardia Civil de Huesca junto con personal del Greim de Boltaña, el teniente jefe de la Sección de Montaña y Policía Judicial de Jaca, junto con médico del 061.

Una vez en el lugar se localizó el cuerpo de un hombre en evidente estado de descomposición, procediendo a comunicar al Juzgado de Boltaña el hallazgo, autorizando el juez al levantamiento del cadáver por la Policía Judicial. El cuerpo se trasladó al depósito de cadáveres de Boltaña a la espera de autopsia.

Los restos del montañero han sido localizados en una zona muy alejada de la ruta GR 11, donde había mucha nieve y más allá del refugio de Labaza, hay que recordar que hay una zona de neveros en la subida a Labaza y que el río bajaba con un fuerte caudal de agua.

Confirman que se trataría del montañero desaparecido

La Guardia Civil acaba de confirmar que según los vestigios encontrados se trataría del cuerpo del montañero vecino de Zaragoza desaparecido en el valle de Bujaruelo, siempre a la espera de confirmación con la autopsia.

A José María García se le buscó durante días, hasta que el 5 de mayo se desactivó el operativo. Durante el rastreo falleció por una caída un soldado de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que participaba en las tareas. Posteriormente y de forma esporádica han regresado amigos y familiares a buscar en puntos concretos.

José María García salió del refugio de Bujaruelo a las 8.30 del 23 de abril y ya no regresó, pese a que lo esperaban allí para pernoctar. Se dejó el saco de dormir en la habitación y el coche, en el parquin. Iba solo. La búsqueda se inició el mismo sábado por la noche, tras recibir a las 22.00 el aviso del guarda del refugio. A final de mes se cumplirían seis meses de búsqueda.