El general jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, Francisco Díaz, ha destacado este jueves el papel estratégico de España en el control de la inmigración al conformar la frontera sur de la UE, pero ha incidido en la necesidad de potenciar entre los países de la Unión el concepto de seguridad compartida.

El general ha hecho esta afirmación en el marco del 25 Curso Internacional de Defensa que se celebra esa semana en la localidad de Jaca (Huesca), con los refugiados y las migraciones como eje central de los debates e intervenciones programadas.

Díaz ha calificado de "enorme" el reto que se plantea a la Unión Europea ante el fenómeno de las migraciones masivas, cuyo origen ha situado en las guerras y conflictos originados en países como Siria, Iraq o Afganistán.

A su juicio, este reto no es "puntual" sino de carácter estructural, por lo que ha advertido de que si no se acometen las razones que originan los desplazamientos masivos de personas en busca de la seguridad que les ofrecen los países occidentales el fenómeno "va a seguir creciendo".

A este respecto, ha incidido en la necesidad de establecer políticas comunes en la Unión Europea y de fomentar la idea de seguridad compartida entre los países asociados en cuanto al control de la inmigración y la vigilancia de las fronteras.

Díaz ha explicado que la Guardia Civil ha afrontado este reto de una forma global y con todos sus medios y capacidades de cara a confluir en el esfuerzo común a llevar a cabo para hacer frente a la crisis.

Ha recordado en relación a este punto que en 2006, cuando España recibió el pico más alto de inmigrantes ilegales en el país, con 40.000 personas llegadas en su mayor parte a las Islas Canarias, se pusieron en marcha medidas tanto en el territorio nacional como en los países de origen y tránsito a fin de "controlar ese flujo y reducirlo a las cotas manejables en las que se encuentra actualmente".

Por su parte, el subdirector general de Relaciones Institucionales, Inmigración y Extranjería del Ministerio del Interior, Manuel Alhama, ha incidido en la necesidad de afrontar los flujos migratorios irregulares a través de la cooperación con los países de origen y tránsito.

"Ese está siendo nuestro modelo -ha apuntado en su intervención-, que ha tenido unos resultados muy positivos y que ha incorporado la UE para hacer frente a los enormes flujos de 2015, cuando casi dos millones de personas entraron irregularmente en Europa".