Las carrozas llenan de color las calles de Graus en el inicio de las celebraciones

Los vecinos disfrutarán hoy de la procesión a San Vicente, del baile de los danzantes y de la Mojiganga.

Después de varios e intensos días con actos prefestivos, las fiestas patronales de Graus arrancaron ayer con gran brillantez y una animación que no quedó mermada en absoluto por caer este año entre semana y en jornada laboral.


Un cuarto de hora antes del mediodía, el trabucazo desde el balcón de la Casa Consistorial ante un público numeroso y bullanguero, en su mayoría joven, y el posterior disparo de cohetes y baldeo de campanas oficializaron el inicio de las fiestas en honor del Santo Cristo y de San Vicente Ferrer, que están marcadas por la preservación de unas tradiciones seculares omnipresentes durante estos días en el programa festivo.


Son unas fiestas singulares como pocas y participativas como ninguna, que fueron reconocidas en 1973 con la distinción de Fiestas de Interés Turístico Nacional, siendo las primeras aragonesas en recibir tal consideración.


La tradición, que es el armazón que vertebra y justifica el desarrollo de los festejos, marca que las fiestas comiencen indefectiblemente a las 12.00 del día 12 con el inicio de la cabalgata de carrozas y su comparsa de gigantes, cabezudos, caballez y furtaperas. Los festejos de este año no se escaparon de la norma pese a que, como ocurre siempre, desde hace ya bastantes días Graus vive inmerso en un intenso programa festivo. Las calles grausinas acogieron el estallido de color y de imaginación de las carrozas, muchas de ellas espectaculares, y de sus ocupantes. Fue también la primera aparición de los cabezudos, con un especial protagonismo en estos festejos por su eterna pugna con los más jóvenes, y con otros muchos no tan jóvenes, donde hubo carreras, sustos y risas.


Tras esta cabalgata, las fiestas adquieren una velocidad de crucero y no dejan un momento para el descanso. En las celebraciones, se implican, como en ninguna otra localidad aragonesa, todos los habitantes del pueblo que hacen de las calles grausinas un inmenso escenario lúdico.


La multitudinaria espera de los gaiteros en el Puente de Abajo como símbolo de la música en la fiesta, en un espacio mucho más amplio por la remodelación en marcha de este entorno, el posterior canto de las primeras albadas que van a acompañar el discurrir de los festejos y la ofrenda de los frutos de la tierra al Santo Cristo en su Capilla de la iglesia parroquial marcaron ya por la tarde el discurrir de un programa festivo trufado de momentos especiales.


Tras el arranque de ayer, hoy llega el primero de los días grandes, el dedicado a San Vicente Ferrer. La procesión del santo, la primera actuación de los mozos danzantes o la celebración de la tradicional Mojiganga –ese espectáculo que, en clave satírica, recuerda el devenir de la vida local en los últimos doce meses– serán algunas de las citas imprescindibles de esta jornada.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión