La vida de Antonio Mazcaray, de 71 años, ha estado vinculada al túnel casi desde la cuna. Su abuelo fue primer edil de Bielsa y amigo del gran impulsor del proyecto, el alcalde de Saint Lary, originario de Sobrarbe, Vicente Mir. Juntos fueron la primera vez a ver al gobernador civil de Huesca, y cuenta que a casa de Mir, donde él pasó algún verano, llegaban "el gobernador, el ministro francés... todo estaba enfocado a lo mismo. Si no hubiera sido por él, no se habría hecho el túnel". Antonio Mazcaray recuerda que Benasque compitió con Bielsa por tener un paso a Francia, y todavía mantiene la reivindicación. "También tenía gente importante que lo respaldaba, pero los vecinos de Bielsa respondieron todos muy bien y les pudimos".

La construcción no estuvo exenta de incidentes. Se llegó a parar y el asunto acabó en el Tribunal de La Haya. Una parte muy importante de las obras las financió el pueblo de Bielsa, con un crédito del Ayuntamiento avalado por los vecinos. "Todo el dinero que se sacaba del aprovechamiento de la madera de los bosques iba para el túnel. Hace 8 o 10 años se acabó de pagar".

Al principio cerraba el 15 de noviembre y abría en Semana Santa, aunque la carretera estuviera sin nieve. Luego se amplió la apertura, pero por la noche no se podía pasar. "Hasta que en 2008 se creó el consorcio y empezó a mejorar todo", afirma Mazcaray.

La gente de Sobrarbe cruzaba antiguamente a Francia por la montaña, ayudados de caballerías, para abastecerse de productos escasos o inexistentes en España. Ahora, el flujo es a la inversa. Mazcaray, ya jubilado, amplió varias veces el comercio familiar y abrió otro en Parzán, a 8 kilómetros de la frontera, con 110 aparcamientos que dan empleo a 12 o 14 personas, "siempre pensando en los compradores que vienen de Francia".

"El valle de Bielsa era ganadero, pero solo para ir tirando. Y con esta obra cambió. Sin él, en lugar de 300 personas, estaríamos ahora media docena. Directa o indirectamente todo está relacionado con el túnel", explica este empresario de Bielsa, donde funcionan más de 10 tiendas, sin contar las de Parzán. Él mismo emigró a Madrid y cuando se hizo el paso internacional, regresó.

Precios más baratos

El alcohol y el tabaco son los productos estrella, pero también la fruta. Cualquier día de verano se vende más turrón que en Navidad. Y es que aunque no haya tanta diferencia en los precios, sigue siendo más barato comprar, y alojarse, en España.

"Aquí siempre hay gente que viene y que va, una base de negocio continua", afirma el alcalde y empresario hotelero, Miguel Noguero. La estación de Piau Engaly, en Francia, proporciona turistas a la única comarca del Pirineo sin pistas de esquí. Españoles y franceses prefieren dormir en España (hasta un 40% más barato) y cruzar cada día, hasta el punto de que el 30% de los usuarios de ese centro invernal son de este lado de la frontera. Lo mismo ocurre en verano. "Ahora que el túnel ofrece más garantías de apertura, las empresas que venden paquetes no tienen miedo", señala.

Bielsa y el Sobrarbe, sin el túnel, "serían muy distintas", asegura el alcalde. En la localidad se han hecho grandes inversiones en hoteles. De uno de ellos se dice que está hecho "con arroz", con el de las paellas que se comían los franceses en los 80 en los viajes programados. Algunos días llegaban 20 o 30 autobuses. Entonces era una fuente de entrada de divisas para bares, restaurantes y tiendas.

No obstante, como menciona Noguero, "ha habido que luchar mucho desde España" ante las amenazas francesas de cerrar el túnel. Se movilizaron los ayuntamientos, de uno y otro lado, e incluso hubo una manifestación en 2002. Esto marcó un punto de inflexión y años después se creó el consorcio, que consiguió dinero de Europa para modernizarlo. Ha sido su tabla de salvación.