El bajo nivel de Barasona provoca el cierre de embarcaderos y más restricciones de riego

Las actividades náuticas han quedado reducidas a la zona situada junto a la presa.

Imagen en la que se observa la situación actual de Barasona.
El bajo nivel de Barasona provoca el cierre de embarcaderos y más restricciones de riego

El embalse de Barasona sigue bajando de forma imparable y ayer ya estaba a menos del 20% de su capacidad. La consecuencia directa ha sido el cierre esta semana de los embarcaderos de dos empresas, que han interrumpido anticipadamente las actividades de piragüismo, esquí acuático o patín. Además, el Canal de Aragón y Cataluña restringió ayer por tercera vez el cupo para el riego, mientras que en La Puebla de Castro llevan 10 días ya recibiendo el agua con camiones cisterna.


La entrada de caudal del Ésera es escasísima y sale de forma constante para los usos agrícolas. Barasona ha perdido más de dos hectómetros cúbicos en los últimos cuatro días, hasta situarse en 16,4 hm3, al 19,4% de su capacidad.


En esta situación, crecen las protestas de los empresarios turísticos y los representantes políticos de la Ribagorza. En el entorno hay dos cámpines y dos urbanizaciones y una docena de negocios vive del pantano. Solo queda agua cerca de la presa. El resto, unos 12 kilómetros, es barro, lamentó Lorenzo Lasaosa, promotor del campin Lago de Barasona. "Nadie va a comprar una parcela o un chalé en un sitio con este impacto visual", señaló, destacando la repercusión en el desarrollo de la zona. Aseguró que algunos visitantes "se han dado la vuelta y han buscado otro destino", pero sobre todo se piensa en el daño a la marca Lago de Barasona de cara a la próxima temporada.


Los empresarios reivindican una lámina de 25 hectómetros, pensando en que el sistema regable, gracias a los otros embalses, principalmente del río Noguera-Ribagorzana, tiene una capacidad de almacenamiento de 1.200. "Entendería la situación si todos estuvieran al 20%, porque una sequía es una sequía, y nos tendríamos que aguantar, pero la media de agua embalsada en el Ebro es de más del 60%. No lo entendemos. Solo pedimos sensibilidad por parte de la CHE y de los regantes, la que tuvieron los municipios de Graus y La Puebla de Castro cuando se hizo el pantano ", declaró Lasaosa.


Los regantes también sufren las consecuencias y han tenido que volver a restringir el agua para riego. Empezaron el 12 de agosto con un prorrateo de 0,48 litros por segundo y hectárea. Le siguió otro y ahora un tercero, de 0,30, que se empezó a aplicar ayer. El Ésera, afirmó el presidente del Canal de Aragón y Cataluña, José Luis Pérez, está en niveles "extremadamente secos", "casi desconocidos". "El río nos dice que tenemos que ser prudentes y dosificar el agua", declaró. Reconoció que es un final de campaña "muy difícil y extraño" y sobre todo le preocupa que represente el inicio de un ciclo de sequía que pueda durar varios años.


No obstante, confió en poder mantener el suministro hasta acabar la campaña a finales de septiembre porque hay cultivos que se han desenganchado, como los frutales ya recolectados. Quedan las segundas cosechas de maíz y los últimos cortes de alfalfa. "Los números que hacen los técnicos dicen que podemos llegar". Al mismo tiempo garantizó agua de boca para poblaciones tan importantes como Monzón o Binéfar, que la toman del Canal.


"Hoy por hoy hay agua para abastecimientos y para riegos, dosificándola, y siempre que el río no se seque, cosa que no ha pasado en la vida", opinó Pérez, que atribuyó el desabastecimiento de La Puebla de Castro, junto al embalse, a "un problema técnico", por la altura de la toma. Los regantes son los que administran la reserva, en coordinación con la CHE, encargada de las maniobras de la presa y de la gestión diaria.


Barasona suministra directamente a 25.000 de las 105.000 hectáreas del sistema regable. La incorporación del embalse de San Salvador no ha evitado que se vacíe, pero Pérez argumentó que sin él la campaña se habría cerrado el 1 de agosto, algo insólito. "Ha sido nuestro salvador. Lo otro hubiera representado una catástrofe sin precedentes", afirmó, ya que ha permitido liberar del embalse del Ésera 20.000 hectáreas y otros miles que se suministraban con él se abastecen ahora del retrobombeo del Noguera-Ribagorzana.

La central, bajo mínimos


También el uso hidroeléctrico se ha visto muy comprometido. Está bajo mínimos, a un 30% de la producción, y es posible que en los próximos días se tenga que interrumpir, afirmó Roberto Coloma, director de Hidro-Nitro en Monzón. Esta empresa explota la central de San José. "Nuestras máquinas ya no pueden trabajar por debajo de los 14 hectómetros, son cuestiones técnicas, y además el agua trae cada vez más lodo", explicó.


El PAR planteó ayer la creación de una comisión formada por los ayuntamientos de Graus y La Puebla de Castro, la Comarca de la Ribagorza y la Asociación de Empresarios para reivindicar una lámina de agua en verano que permita conciliar los intereses de los regantes con los abastecimientos y los usos turísticos.

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