El agua ha sido una de las grandes protagonistas de la Fiesta del Verano, o Festa d’ Estiu, que se ha vivido con gran intensidad en Benabarre desde el jueves hasta el sábado. En plena canícula veraniega lo que más se agradece es poder refrescarse a conciencia y para ello nada mejor que las duchas y los juegos de agua con los que se abrió la fiesta el jueves y que supuso, en forma de espuma, una de las actividades más concurridas de la jornada dominical. Pero también ha habido lugar para la música, la diversión y el homenaje a los mayores en cuatro intensos días vividos muy participativamente.

Las fiestas de Benabarre se celebran a principios de junio y son unas fechas complicadas para que muchos hijos de la villa que viven fuera y estudiantes que están con exámenes del final de curso, puedan disfrutarlas plenamente. Por ello, y para disfrutar con los visitantes y turistas que en el verano visitan la villa ribagorzana surgieron estas fiestas, que cada año tienen más vocación noctámbula. Es casi por la noche cuando más se disfruta del ambiente en todas partes y debido a eso la mayoría de actividades se programaron a esas horas.

Alba Perna, concejal responsable de Fiestas en el Ayuntamiento de Benabarre, comentaba que "hace ya muchísimos años que se celebran estos festejos, tantos que yo ni me acuerdo de cuando se empezaron a programar". La edil reconoce que el tiempo que hace estos días agosteños invita a realizar actividades con la tarde ya avanzada.