La escasez de caudal obliga a extremar las precauciones en el Descenso del Cinca

El operativo de seguridad, que se incrementa este año, tendrá siete lanchas. El río estará señalizado entre Fraga y Mequinenza para evitar las zonas de piedras.

En esta playa del Cinca tomarán la salida las canoas. En ella se aprecia que el nivel de cauce ha bajado.
En esta playa del Cinca tomarán la salida las canoas. En ella se aprecia que el nivel de cauce ha bajado.
Heraldo

Hace dos meses que no llueve en Fraga. En el resto de la provincia de Huesca las precipitaciones tampoco están siendo pródigas este verano, lo que se nota en los ríos. En el Cinca, la escasez de caudal ha obligado a extremar las precauciones para el descenso de piraguas que celebra este domingo su XIXª edición y congregará a unas 800 personas en el cauce. Cubrirán 19 kilómetros entre la capital del Bajo Cinca y Mequinenza. La prueba, que tiene una modalidad competitiva y otra popular, se desarrollará con normalidad, pero con un importante dispositivo de seguridad que incluye siete lanchas de auxilio y la presencia de hombres rana en determinados tramos para indicar por dónde deben ir las embarcaciones.


En esto momentos, el caudal medio que pasa por el Cinca a la altura de Fraga es de 46,50 m3/s, tres metros menos que en julio. Según comentaron fuentes de los servicios de emergencia de la zona, el año pasado por estas fechas "había el doble de agua".


La escasez de agua ha conllevado también que la salida de los piragüistas que participan en la categoría popular se lleve a cabo de forma sectorizada, es decir por grupos. El técnico de Deportes de la Comarca del Bajo Cinca, Daniel Sorolla, explicó que es algo que se lleva barajando desde hace algunas ediciones para evitar los problemas de embotellamiento que siempre se producían en los primeros kilómetros del recorrido. Este año, además, se aprovechará para conducir a los deportistas por el tramo inicial en la parte donde hay más agua.


Los participantes en esta modalidad llevan dorsal y se colocarán según su número. "La playa de salida estará sectorizada y ahí esperarán según su dorsal para ir partiendo por sectores", explicó Sorolla. Los piragüistas que toman parte en la competición, unos 170, saldrán todos a la vez.


En aquellos tramos donde haya menos agua, la organización de la prueba señalizará los pasos. "Al haber menos caudal afloran más piedras y así evitamos que se metan en alguna zona que no corresponda y se encuentren con algún peligro, y si tienen que pasar por algún rápido se les dirá por dónde deben ir", indicó el técnico comarcal. Según dijo, en 19 años se han hecho descensos también con poca agua: "Cuando hay menos caudal hay menos problemas de seguridad, salvo que te encuentres con alguna piedra y embarranques".

Más esfuerzo

El año pasado, el ganador de la prueba completó los 19 kilómetros entre Fraga y Mequinenza en una hora y poco más de 13 minutos. En esta edición, al no haber tanto caudal, la velocidad del río puede ser inferior y mayores los tiempos de recorrido. También será necesario remar más. "Está previsto que el ritmo de bajada sea más lento y que alguna persona pueda acusar más el cansancio", indicó el técnico de Deportes y organizador de la prueba. "Los efectivos están preparados para prestar labores de atención, hidratación e incluso para remolcar a algún palista", añadió.


El operativo está compuesto por Policía Local de Fraga; Guardia Civil (Geas); Bomberos de la Diputación de Zaragoza, de la Comarca del Bajo Cinca y del Ayuntamiento de Huesca; Protección Civil; Cruz Roja y voluntarios. En el río habrá dos lanchas de los bomberos, dos de Cruz Roja, una de la Guardia Civil y dos del Club Naútico Mequinenza. "Estas cubrirán los tres o cuatro kilómetros últimos, que son aguas tranquilas y en las que quienes están menos preparados pagan el esfuerzo", señaló Daniel Sorolla.

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