Huesca cuelga el cartel de 'Cerrado por vacaciones'

Tras el ajetreo festivo, muchos establecimientos de la ciudad cierran sus puertas esta semana.

Huesca cuelga el cartel de 'Cerrado por vacaciones'
Huesca cuelga el cartel de 'Cerrado por vacaciones'
R. C

Al próximo lunes 22 de agosto remitían esta martes muchos de los comercios de Huesca, que colgaban el cartel de 'Cerrado por vacaciones' ante calles con escasos viandantes. Verjasechadas y terrazas apiladas en las puertas de los bares es la estampa que deja la ciudad esta semana, y que poco tiene que ver con la que se vivía siete días atrás en esos mismos escenarios. Y es que la mayoría de oscenses aprovechan esta segunda quincena de agosto para disfrutar de sus vacaciones, bien en la costa o de visita en el pueblo. Muchos de ellos no esperaban ni a la traca final, e incluso hacían las maletas con la llegada del fin de semana.


“Suelo cerrar siempre en estas fechas, si hoy estoy abierta es porque reservé un poco más tarde las vacaciones y como tenía encargos pendientes, hoy he decidido abrir, pero ya pasado mañana me voy una semana”, explicaba Inma Ara, de la mercería Oliván, que era de las pocas 'supervivientes' de la calle de Ramiro El Monje de Huesca, la denominada 'Correría'. Ubicada en pleno centro de la ciudad, muchos de los establecimientos conservaban todavía los colores blanco y verde como protagonistas en sus escaparates, sobre los que se ubicaba el cartel de 'Cerrado por vacaciones'.


Unos metros más abajo, ya en el Coso Bajo, en la tienda Tartana, de ropa y complementos, Elena Alguacil buscaba nuevo escaparate para retirar las prendas de color blanco. En su caso,solo cierran la tienda durante los días de San Lorenzo, cogiendo las vacaciones a turnos entre las diferentes dependientas, ya que guardan estas dos semanas de agosto para las últimas rebajas. “No hay mucho movimiento por la calle, pero sí que viene bastante gente, ya que tenemos todo al 50%”, señalaba.


Algunos oscense aseguran que hace una o dos décadas la estampa que dejaba el final de las fiestas de San Lorenzo en Huesca era de una ciudad casi desértica, de calles vacías y con todos los establecimientos cerrados. La situación en los últimos años sí se ha reducido, especialmente en el sector textil, ya que las grandes cadenas de ropa, que no descansan estos días, imponen su ritmo de aperturas.


En muchos establecimientos hosteleros también aprovechan para coger fuerzas estos días, después de semanas de enorme actividad. Las terrazas se guardan apiladas en plazas como Concepción Arenal o la denominada Milla de Oro, en la calle Padre Huesca, en la que los clientes, con la cara de resignación de quién tiene que trabajar un día 16 de agosto en la capital oscense, se agrupaban en las pocos establecimientos que abrían sus puertas. En la mayoría de estos casos el cierre se limita a dos o tres días, ya que volverán a la actividad con la llegada del fin de semana.

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