El santo brilla entre albahaca y gladiolos ajeno a la polémica por el uso de las bandas

El alcalde y los ediles socialistas dejaron los símbolos en la puerta del templo. Los concejales del PP y de Ciudadanos asistieron a la misa con las estolas roja.

El alcalde, Luis Felipe, y la concejal Teresa Sas se quitan la banda al entrar en la iglesia de San Lorenzo.
El alcalde, Luis Felipe, y la concejal Teresa Sas se quitan la banda al entrar en la iglesia de San Lorenzo.
Rafael Gobantes

Los oscenses salieron el miércoles por la mañana a la calle para presenciar la procesión de San Lorenzo, que partió de la basílica dedicada al patrón de Huesca hacia las 9.30 y recorrió el centro de la ciudad, verde y blanca como todos los 10 de agosto. Este año, además, ha estado aderezada con la polémica provocada por el Reglamento de Protocolo y Ceremonial, que impide a los concejales acudir a actos religiosos en representación de su cargo.


Ante la importancia de este desfile procesional en la fiesta laurentina, el alcalde, el socialistas Luis Felipe, buscó una solución intermedia y la corporación participó ayer en este acto con todos sus símbolos. No obstante, para entrar en la iglesia y asistir a misa, los ediles tenían que quitarse las bandas que lucen en las ocasiones de gala. Así lo hicieron los socialistas, pero los concejales del PP y de Ciudadanos entraron en el templo con la estola. Los grupos de Cambiar y Aragón Sí Puede, que forman un tripartito con el PSOE, no acudieron.


En los bancos de la basílica se reprobó la decisión del alcalde y se habló de pedir a la Real Cofradía de San Lorenzo, que organiza la procesión, que no reserve un sitio preferente a quienes no quieren estar en la misa como concejales. Luis Felipe no quiso valorar la actitud de los ediles de la oposición. El portavoz popular, Gerardo Oliván, comentó: "Venimos en procesión con la banda durante dos horas detrás del santo y cuando este entra en la iglesia, nos parece lógico, seguir con ella". José Luis Cadena (C’s) señaló que la procesión "es un acto tradicional más allá de lo que es la religión y entendemos que por eso la ciudadanía tiene que estar representada dentro de la iglesia".


Pero antes de llegar a la basílica, la procesión pasó por el casco antiguo, la plaza de la Catedral , la Costanilla de Santiago y el Coso, los hitos del desfile. Poco después de empezar, en el Rincón del Jerezano, el alcalde recibió las primeras críticas y también los primeros aplausos por la polémica del reglamento. En la plaza de la Catedral se sumó al desfile el cabildo municipal.

Al bajar por la cuesta de Santiago es habitual desde hace 20 años que un grupo de peñistas dé al alcalde un obsequio que es a su vez una reprimenda. El miércoles le recordaron la promesa de reabrir la sala de conciertos de la peña Alegría Laurentina, el Jai-Alai, cerrada en 2011 por problemas de seguridad. En el Coso, algunos animaron a Felipe a echarle valor y entrar con la banda a misa.


A pesar de ello, la procesión de San Lorenzo, en el día grande de los festejos, se desarrolló con el brillo y la devoción que la caracterizan y con la participación de decenas de personas que lucieron trajes tradicionales de diferentes rincones. Los danzantes, con su baile imparable, recibieron los mayores aplausos.


Las fiestas que ya viven su tercera jornada, discurren de momento sin grandes problemas. El único incidente destacable fue la detención de cinco jóvenes en la madrugada del miércoles por una pelea en el recinto ferial. Uno de ellos resultó lesionado.

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