Manzanares: "No busco el triunfo numérico; toreo para mí"

El diestro alicantino actúa este miércoles en Huesca, en un coso que le transmite "respeto".

Manzanares, en una imagen de archivo.
Manzanares, en una imagen de archivo.
JMM

La Beneficencia 2016 marcó un antes y un después en la carrera de José María Manzanares. El público de las Ventas, hasta entonces distante con el alicantino, se rindió a su mejor versión. A un toreo tan estético como apasionado. A un concepto que no deja de evolucionar bajo el influjo de sus antepasados. Dos meses después de ese rotundo triunfo, hará el paseíllo este miércoles en la plaza de toros de Huesca. Un escenario que ya lo ha visto salir por la puerta grande.



-¿Qué significó para usted la tarde del 1 de junio?

-Fue una tarde bonita, con emociones intensas, difíciles de explicar con palabras. Pero hace tiempo que venía encontrándome muy bien, aproximándome al concepto que siempre he buscado. El que bebí de mi padre y mi abuelo.


-¿Fue la faena más importante de su trayectoria?

-Fue una de las más redondas. Logré expresar el toreo que siento, y poder cuajar un toro así supuso una inyección de moral enorme.


-¿Cree que le sirvió para ganarse definitivamente el respeto de Las Ventas?

-Yo siempre me he sentido respetado en Las Ventas. Es cierto que es una plaza exigente, pero yo también lo soy conmigo mismo. Me motiva y me gusta torear ante un público como el de Madrid.


-¿Qué le había faltado hasta entonces para conectar con el público de Madrid, en ocasiones tan crítico con usted?

-Para que una tarde sea tan redonda hacen falta muchas cosas. Influye el comportamiento del toro, el estado de ánimo del público, cómo se encuentra uno mismo... Debe unirse todo en armonía. Pero, por muy grande que sea la exigencia en las Ventas, siempre he estado a gusto allí.


-Bordó el toreo al natural, con la mano izquierda lesionada. ¿Se va sintiendo más cómodo y seguro con ella?

-Este año me estoy sintiendo especialmente a gusto con la mano izquierda, cuajando a toros importantes. Poco a poco me voy encontrando mucho mejor pero no tengo la misma fuerza que antes de sufrir la lesión, pasé trece veces por el quirófano y la recuperación no es total.


-Tras Madrid, abrió la puerta grande de cosos de menor entidad como el de Alicante, el de Mont de Marsan, o el Puerto de Santa María. ¿En qué momento se presenta en Huesca?

-Estoy viviendo un momento de plenitud en mi carrera. Me siento muy feliz en lo personal y en lo profesional. En la plaza me encuentro muy bien. No busco el triunfo numérico, toreo más para mí, quiero expresar la tauromaquia como yo la siento.


-Usted ya sabe lo que es triunfar en la Feria de la Albahaca. Lo hizo en 2014, desorejando un buen toro de El Pilar.

-Es una feria que siempre me ha gustado. Huesca me trata con mucho cariño cada vez que voy. Siento el respeto de la gente desde que llego a la ciudad hasta que sale el toro a la plaza. Es un placer torear ante una afición así.


-¿Qué le transmitió la plaza de toros de Huesca en sus anteriores actuaciones?

-Mucho cariño y respeto. Cada plaza y cada público tiene una personalidad diferente. En Huesca se respira alegría, cariño y sobre todo mucho respeto.


-¿Cómo valora el cartel junto a Padilla y López Simón?

-Son dos compañeros a los que admiro y aprecio muchísimo. Padilla es un ejemplo de lucha, tenacidad y superación. Y López Simón es uno de los jóvenes valores con el que me motiva torear. Estuvo entrenando conmigo en invierno y es una persona muy sana, con claridad de ideas. Espero que disfrutemos mucho si los toros nos ayudan.


-¿Y el ganado de Charro de Llen?

-Es un encaste (Atanasio Fernández) que me gusta. Los toros que salen buenos tienen una calidad excepcional y un ritmo con el que puedo expresar mi concepto.





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