Más de 6.000 visitantes desafían al calor junto a la parrilla de la Fiesta de la Longaniza

?La cita, en la que se repartieron más de 1.000 kilos del producto local, cumplió sus bodas de plata.

El embutido de la longaniza, de unos 600 metros de longitud, duró casi tres horas.
Más de 6.000 visitantes desafían al calor junto a la parrilla de la Fiesta de la Longaniza
Ängel Gayúbar

Como en buena parte de España, los termómetros estallaron ayer en Graus constatando las temperaturas más altas del año en la villa ribagorzana. Pero ni siquiera un calor, por momentos agobiante, frenó el éxito participativo de la vigésimo quinta edición de la Fiesta de la Longaniza que volvió a vivir un rotundo éxito de público con más de 6.000 personas.


Desde primeras horas de la mañana, las calles grausinas se animaron con la presencia de numerosos visitantes atraídos por el reclamo de la que se ha convertido en una de las fiestas más participativas del verano aragonés. Bien es verdad que en el tramo central del día, cuando era más intenso el calor, esas calles se vaciaron y todo el mundo buscó el fresco en las sombras de las arboledas y en las riberas del Ésera y el Isábena, lo ríos que confluyen en esta localidad.


Pero cuando empezó a caer el sol y estaba ya avanzado el laborioso trabajo de embutido manual de la longaniza más grande del mundo -con sus casi seiscientos metros de largo y más de mil kilos de peso su elaboración artesanal se prolongó durante casi tres horas-, Graus volvió a recobrar el pulso festivo. Es que le brindan las casi seis mil personas que acudieron ayer al reclamo de estos festejos que se han sabido ganar un hueco en el corazón y -por qué no reconocerlo- en el estómago de gentes llegadas desde los rincones más diversos del territorio español y de varios países vecinos y lejanos, porque los festejos han sabido trascender las fronteras nacionales.


La Fiesta de la Longaniza llegaba este año con novedades para conmemorar su cuarto de siglo de existencia. La más visible por evidente era la presencia de Longanizo, la mascota de la celebración que pululaba entre el público como un reclamo simpático de los festejos. Los calores extremos de primeras horas de la tarde redujeron el tiempo de sus devaneos por agotamiento físico de su animador, pero su presencia fue muy bien recibida por los asistentes a la cita.


También novedosa fue la Longaniza Fest, un festival centrado en las posibilidades gastronómicas de este sabroso embutido que obtuvo un rotundo éxito tanto en su presentación el viernes como en la jornada de ayer sábado en que compitió sin desdoro con el reparto gratuito de las raciones del embutido elaborado y asado en directo. Y las actividades pensadas para los más pequeños, con el parque Tocinópolis como estandarte, que hicieron las delicias de la chiquillería en esos interludios que a veces se hacen eternos hasta que se desencadena la acción festiva.


Como desde hace ya diecisiete años, acompañando la propuesta longanicera, el mercado artesanal que se desarrolló a lo largo de toda la jornada fue un complemento perfecto para este festejo que se ha ganado a pulso su catalogación como Fiesta de Interés Turístico de Aragón, con que se le reconoce desde hace tres ediciones.


Pero, sin duda, los numerosos asistentes habían acudido al reclamo de la degustación del popular embutido que, elaborado y asado sin mayores complicaciones con la solvencia que dan esos veinticinco años de experiencia y tras el visto bueno de la tastadora oficial, la escritora ribagorzana Luz Gabás, una vez iniciado el reparto de las raciones duró lo mismo que un caramelo a la puerta de un colegio. Los más de mil kilos de longaniza volaron en un instante certificándose así la maestría de embutidores y asadores cuyo trabajo fue unánimemente alabado por quienes degustaron las generosas raciones de longaniza repartidas.


Los inconvenientes motivados por los prolongados plazos para certificar el proyecto marcados por los promotores del récord Guinness han impedido este año que se pudiera llevar a cabo el proyecto de elaborar una longaniza, literalmente, kilométrica. Se pretendía con esos mil metros de embutido celebrar especialmente este cumpleaños redondo pero los plazos de varios meses impuestos han impedido desarrollar este proyecto que se ha dejado para el año próximo en el que, además, la Asociación de Fabricantes de Longaniza de Graus tiene previsto potenciar el festival de la longaniza y diseñar nuevos reclamos para garantizar, al menos, otros veinticinco años de éxitos a este festejo lúdico gastronómico.

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