Orden de desalojo para los acampados ilegalmente en el Parque de Guara

El servicio provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad ha ordenado el desalojo de la acampada ilegal en el núcleo de Abellada (Sabiñánigo), en el Parque Natural de la Sierra de Guara, y ha abierto un expediente administrativo. "Los acampados están informados de que tienen que irse", señalaron fuentes de ese departamento. Ayer mismo hubo una reunión de todas las partes implicadas: Desarrollo Rural, la inspección de Turismo de la comarca, bomberos y Protección Civil.

Las mismas fuentes indicaron que desde el primer día en que los agentes forestales detectaron la presencia de decenas de personas, de la autodenominada comunidad Arco Iris, se hace un seguimiento exhaustivo. "Se les informó de que no podían estar allí". Al parecer, en un primer momento se dispersaron, pero han vuelto a concentrarse.

Lourdes Arruebo, presidenta de la comarca del Alto Gállego, explicó que ayer visitó el campamento ilegal un técnico de Turismo, con el responsable de Protección Civil y dos forestales, que tras hablar con algunas de las personas "levantaron un acta que se remitirá a la dirección del Parque". Arruebo subrayó que hay unas 70 personas, de varias nacionalidades, y no existe un responsable o promotor". Están ocupando igualmente parte de un terreno privado y el propietario "ha denunciado", añadió.

Los acampados se instalaron en esta zona boscosa del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara a principios de mes y piensan permanecer hasta el 2 de agosto, mientras dure el ciclo lunar de 28 días. Hasta allí se ha desplazado ya en tres ocasiones el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que ha levantado acta de denuncia por acampada ilegal en el espacio protegido y por infringir la orden de prevención de incendios forestales que prohíbe hacer cualquier tipo de fuego en el campo, ya que tienen una hoguera, semienterrada, que dicen que es "un fuego sagrado". Los agentes también identificaron a varios de los presentes. Proceden de distintos países como Lituania, Serbia, Holanda, Alemania, España, Italia o Gran Bretaña. Pertenecen a Arco Iris, una organización muy ligada a la naturaleza, dedicada a la meditación.