Cruz Roja constata una "crisis crónica" provocada por la falta de empleo

Los programas de lucha contra la pobreza llevados a cabo por Cruz Roja Huesca atienden a 3.450 familias de la provincia. Son los datos que refleja la memoria de la entidad correspondiente a 2015, que recoge que durante el año pasado se contabilizó un total de 4.684 ayudas en comida, ropa y dinero para pagar alquileres y recibos de luz, entre otras demandas. De hecho, el 55% de las solicitudes corresponden a necesidades que van más allá de la alimentación.

Sifro González, coordinador provincial, señaló que durante 2015 se entregaron unas 4.684 ayudas, una cifra muy superior a la de hace tres años (1.904) pero cercana a la de 2014 (4.194). "No se observa un gran incremento, pero tampoco una disminución", apuntó el responsable de los programas de Cruz Roja. "Lo que sí se ve es que en muchas familias hay una cronificación de la crisis y esto está muy relacionado con el tema del paro", explicó. "El empleo es la clave de todo, cuando una persona encuentra un trabajo, todo esto mejora al día siguiente", añadió.

Según los datos recogidos en la memoria, el año pasado se realizaron 3.019 entregas de ropa, comida, limpieza de hogar, productos de higiene, juguetes, libros y productos sanitarios. Además se dieron 1.665 ayudas para el pago de recibos de luz, agua, gas y teléfono; becas educativas y de transporte, vales para productos perecederos y aportaciones para medicinas, gafas, audífonos e intervenciones bucodentales.

El coordinador apuntó que en los primeros años de la crisis se empezó facilitando ayuda en forma de alimentos no perecederos. Pero después hicimos un llamamiento porque "la gente no solo vive de comer garbanzos y arroz, necesita carne, pescado y pan", comentó. Se empezó entonces con los vales para canjear por estos productos en programas adheridos a Cruz Roja. Y de ahí se llegó a las solicitudes para pagar la luz, el alquiler, el agua... "Entonces fue cuando articulamos un sistema de pagos para pagar la vivienda y paliar la pobreza energética", dijo González.

Para afrontar el desempleo, la entidad desarrolla también programas de formación. Durante el año pasado pasaron por ellos 489 personas, de las cuales 107 lograron la reinserción laboral, lo que supone un 38% de los usuarios. Según Sifro González, las necesidades son similares en la ciudad y en el medio rural.Menos inmigrantes

El coordinador provincial destacó que en los últimos años se ha producido una disminución de los usuarios en los programas de integración de inmigrantes. De las 700 personas atendidas hace tres años, se pasó a 500 en 2014 y a 423 en 2015.