Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Elías Campo: “La falta de apoyo institucional pone en riesgo el trabajo de los científicos”

El doctor, natural de Boltaña, ha sido premiado con el prestigioso premio Jaime I a la investigación médica por sus avances sobre la leucemia.

Elías Campo en una imagen de 2015.
Elías Campo en una foto de archivo de 2015.
GM

El estudio de los orígenes, la evolución y el diagnóstico de la leucemia llevado a cabo por el doctor Elías Campo (Boltaña, 1955), le han servido para ser galardonado con el prestigioso premio Jaime I a la investigación médica, fallados esta semana. Un importante reconocimiento que le sorprendió en California, a donde viajó para asistir a una reunión científica. “Son nueve horas de diferencia, por lo que me despertaron algunas llamadas y mensajes de amigos y compañeros”, explica. El desfase horario no ha impedido que aplauda un premio que interpreta como “un reconocimiento al trabajo”. No obstante, no oculta su preocupación porque los recortes económicos se ceben con el sector de la ciencia, ni por que los jóvenes con aspiraciones en este campo se vean obligados a salir del país para desarrollar su carrera.


Campo es actualmente catedrático del Departamento de Fundamentos Clínicos de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona y director de investigación del Hospital Clínic. Además, es el presidente electo de la Asociación Europea de Hemapatología y miembro del Comité de Gobierno del Consorcio Internacional del Genoma del Cáncer y del Grupo Internacional de Estudio del Linfoma.



¿Qué supone que un jurado formado, entre otros, por 23 premios Nobel premie su trabajo?

Una gran satisfacción por el reconocimiento al trabajo que se extiende a muchas personas y a las instituciones que a lo largo de los años lo han hecho posible.Particularmente el Hospital Clínic de Barcelona y la Universidad de Barcelona.


¿Cuándo se reciben reconocimientos de este tipo, de quién se acuerda uno?

Fundamentalmente de todas las personas que han hecho posible que hayamos llegado hasta aquí. Desde la infancia hasta los colaboradores mas cercanos en la actualidad. También de las instituciones que nos han facilitado nuestro trabajo.


¿El galardón se refiere a sus avances en el tratamiento de la leucemia, pero cómo presentaría la tarea que está realizando en su laboratorio?


El trabajo que realizamos en nuestro laboratorio se centra desde hace ya más de 25 años en el estudio de las neoplasias linfoides, un tipo de cáncer originado en los linfocitos, las células de la sangre encargadas de la defensa de nuestro organismo. Estos tipos de cáncer se pueden manifestar en la sangre y entonces les llamamos leucemias o en órganos como los ganglios linfáticos y entonces les llamamos linfomas. Intentamos entender las causas que generan estos tumores, como progresan y buscamos posibles maneras de tratarlos con nuevas terapias.


En el tiempo desde que comenzó a especializarse en este campo, ¿ha percibido progresos sustanciales?¿se muestra optimista respecto al futuro?


Por supuesto, ha habido avances muy importantes en diversos ámbitos. Se han reconocido nuevos tipos de estos tumores que antes estaban confundidos con otros, se han definido criterios mas precisos para su diagnóstico y se han entendido mejor los mecanismos que los causan que han permitido establecer estrategias de tratamiento mas eficaces que logran curar o prolongar significativamente la vida de un mayor número de pacientes.


Además del reconocimiento que supone, el premio Jaime I conlleva una importante dotación económica. ¿Se aplauden especialmente estas inyecciones privadas ante la situación de la financiación pública?


Iniciativas como esta son de aplaudir y agradecer por el reconocimiento que suponen a la investigación. Trasmiten a la sociedad la importancia de generar conocimiento y como este conocimiento nos ayuda a mejorar nuestra vida en múltiples ámbitos. El compromiso de apoyo estable para la investigación en España por las instituciones es todavía una asignatura pendiente. En los últimos años se ha puesto en grave riesgo la labor de muchos años de trabajo comprometido que había llevado a la ciencia española a un lugar muy digno en la comunidad científica. Es triste ver como la investigación, como otros aspectos sociales tan importantes como la educación o la sanidad son las dianas de recortes económicos en lugar de protegerse en los momentos que más se necesitan.


¿Le preocupa que las promesas de la investigación en España se vean obligados a salir del país para poder desarrollar su carrera?


La ciencia es universal. Salir del país para desarrollar ciencia en otros lugares no es un problema. Al contrario, es una manera de mejorar. El problema está en la emigración forzada por la ausencia de posibilidades en nuestro país y esto es ya una triste realidad. La emigración científica en España parece ya una maldición telúrica que se repite periódicamente en nuestra historia por razones políticas o ahora económicas. Esta falta de mínima estabilidad es una de las grandes diferencias de nuestra ciencia en relación a la de otros países avanzados. Tenemos jóvenes investigadores con un trabajo excelente que se han visto atrapados entre una época que permitía ver un futuro esperanzador en la ciencia española y la dramática realidad actual que ha cortado sus aspiraciones en momentos personales difíciles. Otros más jóvenes ya han marchado o inician sus carreras con poco entusiasmo y esperanza. Otros abandonan…Es un momento crítico.


Y en el plano más personal, ¿cómo llegó un chico de Boltaña a dirigir proyectos científicos a nivel nacional?


Bueno, trabajo y tesón, y muy buenas colaboraciones, en unas instituciones que nos han facilitado el trabajo. No tiene mucho misterio eso.


¿Cuáles son las principales dificultades y satisfacciones que ha encontrado en su camino?


La dificultad mayor es a menudo el barullo. La satisfacción mas grande el ver que el conocimiento generado ayuda a mejorar la práctica clínica cotidiana


En su trayectoria aparece el nombre de otro altoaragonés, Carlos López Otín, ¿cuál es su vinculación con él?


Carlos es un profesional comprometido de una talla gigantesca y una extraordinaria personalidad. Virtudes que ha sabido contagiar a todo su equipo en la Universidad de Oviedo y extiende a las personas que colaboramos con él. Sus trabajos han proporcionado nuevas visiones que han cambiado la visión de la biología del cáncer y del envejecimiento. Es un privilegio el poder compartir el trabajo que hemos hecho e intentamos continuar en el proyecto del Genoma de la Leucemia. Creo que no es ajeno a esta personalidad y a la amistad que nos une el que hayamos podido llegar hasta aquí.

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