​La Copa de Europa tuvo su parte oscense

Víctor Alfaro, podólogo del Real Madrid, vivió con la plantilla blanca la final y sus celebraciones

Alfaro, con la copa.
Alfaro, con la copa.
V. A.

Poder mantear a Zidane minutos después de lograr su primera Copa de Europa como entrenador es un privilegio al alcance de muy pocos, al igual que compartir viaje con la plantilla del Real Madrid a su regreso a la capital madrileña ya con el trofeo o acompañarlos en la tradicional visita a la fuente de la Cibeles en autobús descapotable. Entre ese reducido número de personas que integraban la expedición merengue que conquistó la undécima en San Siro se encontraba el oscense Víctor Alfaro, que desde hace cuatro años es podólogo del club blanco, además de propietario de la empresa Podoactiva.


Para Alfaro era la segunda final a la que asiste, ya que pudo vivir hace dos años la de Lisboa, con los mismos protagonistas, aunque con menor intensidad. “En la ocasión anterior estuve en la grada, pero este sábado nos colocamos detrás del banquillo, y ya en el tiempo de prórroga a pie de campo, para poder recuperar a los jugadores”, explica, y califica su participación de “todo un privilegio”, aunque admite que en esta situación se vive con mucho más nervios el desarrollo del encuentro.


“Fue brutal poder vivir esa experiencia en primera persona. Al final es una explosión de alegría contendida, pero siempre con mucho respeto, ya que también es muy duro que solo pueda ganar uno, y tener que ver como un equipo como el Atlético de Madrid, que ha luchado tanto en una final tan igualada, se acaba marchando de vacío”, explica Alfaro, y es que Podoactiva también se encarga de la salud podal del conjunto colchonero.


Una vez pasados los nervios del encuentro, que no se decidió hasta la tanda de penaltis, tocó celebrar el triunfo, tanto en el avión de regreso a Madrid, donde Alfaro explica que “había música y los jugadores estuvieron cantando”, como luego por las calles de la ciudad y durante la fiesta en el Santiago Bernabeú, ya el domingo.


“Al final es un grupo de gente joven y lo celebran como una pandilla de amigos, con sus llantos y su alegría. De manera muy sana, aunque en su caso acabaran de hacer historia”, añade.


El podológo explica que además de vivir todo eso, le impresionó poder conocer a Richard Gere, que acompañó a la expedición madridista durante todo el fin de semana. “Fue impactante, porque estás acostumbrado a verlo en tantas películas, y hacerlo también en carne y hueso resulta como muy chocante”. Así, compartió con el actor el desarrollo del encuentro. “Me dijo que era el primer partido de fútbol que veía, por lo que hacía muchas preguntas, aunque ya le advertí que no todos los encuentros son como el que estábamos viviendo”.


Víctor Alfaro visita a la plantilla dirigida por Zidane un par de veces por semana durante la temporada, y se ocupa de todo lo que tiene que ver con la salud de los pies de los futbolistas. “También nos encargamos de la biomecánica”, aclara, y es que Podoactiva nutre de plantillas al club, como a otros muchos conjuntos nacionales del máximo nivel.


“Son algunos de los mejores futbolistas del mundo, pero cuando les conoces te das cuenta de que son gente que trabaja mucho para poder mantenerse allí. Por eso, detrás de las labores del equipo médico también hay una gran exigencia. Está claro que soy un privilegiado, pero tienes que mantenerte al máximo nivel para que confíen en ti, y para nosotros, que empezamos de la nada en Huesca, es un privilegio que apuesten por nuestros tratamientos”, añade.


Ahora toca tomarse unos días de descanso antes de empezar a pensar ya en la pretemporada, en la que espera poder seguir formando parte del equipo médico del club, por quinto año, y acompañar así a la plantilla por su gira internacional. “El año pasado estuvimos en Australia y China. Este verano todavía se está diseñando, pero quizás toque Canadá”, aventura.

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