Jaca vibra a la sombra de Oroel

Más de 800 personas participaron en el desfile del Primer Viernes de Mayo, suspendido el año pasado por la lluvia. Los jacetanos unieron sus voces al entonar el himno.

Descargas de trabuco durante el desfile de la Victoria, uno de los momentos emocionantes de la fiesta.
Descargas de trabuco durante el desfile de la Victoria, uno de los momentos emocionantes de la fiesta.
Laura Zamboraín

Miles de jacetanos unieron ayer sus voces, un año más, para entonar el himno del Primer Viernes de Mayo en una calle Mayor de Jaca a rebosar. Así finalizó una mañana muy intensa, esperada por los vecinos de Jaca durante todo el año, más aún después de que en 2015 tuviera que suspenderse el desfile de la Victoria por la lluvia. Pero en esta ocasión todo salió a la perfección, la climatología respetó y a pesar de la afluencia masiva de gente a las calles por donde discurrió el desfile, no hubo que lamentar ningún incidente grave. Se trata de una fiesta de Interés Turístico Regional, que pretende ser reconocida a nivel nacional, y en la que se conmemora la Batalla de la Victoria, que según cuenta la leyenda, tuvo lugar en el año 760. Los jacetanos vencieron a los moros que pretendían invadir la ciudad encabezados por el Conde Aznar.


La gran fiesta comenzó muy temprano, con el almuerzo en la explanada situada junto a la ermita de la Victoria a donde se va en romería. Las parrillas con chorizo, longanizas, costillas o suculentos platos de migas, sirvieron para iniciar esta intensa jornada.


En el posterior desfile participaron más de 800 personas de todas las edades. Este año el más pequeño fue Raúl, de tan solo 12 días. Su madre, Pilar Pueyo no quiso perder la oportunidad de inculcar a su hijo, desde el primer momento, ese fervor por el Primer Viernes de Mayo.


El desfile arrancó de la avenida Regimiento de Galicia. La comitiva hizo su aparición aproximadamente sobre las 12.00, encabezada por la bandera de la Hermandad del Primer Viernes de Mayo. Posteriormente el Conde Aznar, figura que desde el año pasado encarna Miguel Carasol y que por fin ha podido estrenarse como tal. Su primera experiencia ha sido "increíble, porque además este año había dobles ganas de disfrutar de la fiesta". Como siempre, fue jaleado por todo el público que se congregó en las calles de Jaca, desfiló acompañado de la caballería y seguido del cortejo histórico.


Las escuadras, primero de labradores con sus vistosos sombreros de flores con espejo y con un clavel en la boca, y luego de artesanos, siguieron a la entrada triunfal. No faltaron las descargas de trabucos, que se realizaron primero en las escalinatas del Paseo de la Constitución, luego en la Catedral, donde además tuvo lugar el Canto de la Salve, y el saludo de banderas. Las autoridades también formaron parte del desfile, que contó con la presencia del consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro.


Y por último llegó el canto del himno del Primer Viernes de Mayo, un momento único y especial para los vecinos de Jaca. Cuando sonaron los primeros acordes del himno interpretado por la Banda Municipal de Música Santa Orosia, los jaqueses, tomando por completo la calle Mayor, entonaron el cántico, tan esperado año tras año: "Jaca libre sabe vivir a la sombra del monte Oroel".

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