El compañero del guardia muerto declara que el menor escapó del control a “120 o 130 km/h”

?El agente dijo ayer ante la Fiscalía que el vehículo casi no paró y estuvo a punto de atropellarlo también a él.

Los guardias que testificaron entraron en este coche al garaje del Palacio de Justicia.
Los guardias que testificaron entraron en este coche al garaje del Palacio de Justicia.
Rafael Gobante

El vehículo que mató al guardia civil José Antonio Pérez pudo alcanzar una velocidad "de 120 o 130 kilómetros por hora" mientras lo arrastraba. Así lo manifestó ayer el otro componente de la patrulla del Destacamento de Tráfico de Barbastro que la tarde del 4 de marzo montó un control de alcohol y drogas a las afueras de la ciudad, en la rotonda del cruce de la N-240 y N-123, del que se dio a la fuga el coche conducido por un joven de 17 años y ocupado por otros cuatro adolescentes. La velocidad la concretará el atestado de Tráfico, todavía por incorporar a las diligencias.


La Fiscalía de Menores de Huesca, encargada de la instrucción del caso, citó a declarar ayer al compañero de la víctima y a los dos agentes de la otra patrulla que los apoyaba en el control de alcoholemia y drogas. Estos últimos se encontraban en el sentido contrario de la marcha, por lo que no pudieron concretar mucho los hechos. Sí escucharon los acelerones del vehículo, por el ruido del motor y el chirriar de los neumáticos. También observaron cómo el compañero de José Antonio Pérez, al ver que un conductor escapaba cogió el vehículo oficial y salió en su persecución.


Pero sí fue testigo directo el compañero de patrulla del fallecido, situado a menos de 10 metros. De acuerdo con la versión facilitada ayer, el Opel Astra ocupado por los menores redujo la velocidad al llegar al control de alcoholemia y, aunque iba despacio, no llegó a parar. Él se situó delante para darle el alto, pero aún así tuvo que apartarse de la trayectoria del turismo para evitar ser atropellado. Mientras, su compañero, en el lado de la ventanilla del conductor, también tuvo que ordenarle que parara y cuando lo hizo metió los brazos con el etilómetro para que soplara. El testigo escuchó un acelerón y observó cómo el guardia iba colgado del vehículo. Pasados 40 o 50 metros, cuando empezó a coger velocidad, tenía medio cuerpo dentro.


Salió en su persecución en el vehículo patrulla pero cuando alcanzó al Opel Astra este ya había chocado contra otro coche y su compañero estaba tendido en la calzada. Intentó reanimarlo hasta la llegada de las asistencias sanitarias, pero había fallecido en el acto.


La de ayer era la cuarta jornada de declaraciones. La Fiscalía de Menores interrogó en primer lugar, dos días después del suceso, al conductor, que desde entonces permanece internado en un centro de menores. Más tarde testificaron sus tres acompañantes, dos chicas de 17 y 14, y un chico de 14; y posteriormente varios conductores que estaban en el control cuando ocurrieron los hechos.


Mariano Tafalla, abogado de la Asociación Unificada de la Guardia Civil y que ejerce la acusación particular en nombre de la familia, dijo que las declaraciones de los guardias civiles corroboran las de esos conductores y contradicen la versión dada por los menores de edad."Fue cuestión de segundos"

Por su parte, Cristina Dolcet, letrada de la defensa, destacó que "fue cuestión de segundos" y que algunos del control no pudieron ver qué ocurría porque estaban lejos. Pidió "prudencia" al valorar las declaraciones teniendo en cuenta la implicación de menores, que merecen la máxima protección. "Todavía no tenemos toda la documentación, ni un croquis del lugar del accidente ni el atestado definitivo con los metros o la velocidad", explicó. Respecto a la declaración del compañero de la víctima, aclaró que "la apreciación de la velocidad a veces es subjetiva".

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