El PP pide al alcalde una reunión para lograr un "consenso mínimo" en el reglamento de protocolo

El portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Huesca, Gerardo Oliván, ha solicitado al alcalde, el socialista Luis Felipe, una reunión para intentar alcanzar "un consenso mínimo" en el reglamento de protocolo" que se aprobará en el próximo pleno y que impide a los concejales asistir a misas y procesiones en cumplimiento del artículo 16 de la Constitución Española respecto a la aconfesionalidad del Estado. El edil popular señaló que se trata de una decisión que afecta a toda la institución "y esperamos que entre la cordura en un tema que no es menor porque estamos hablando de coartar las libertades a los concejales".

El nuevo Reglamento de Protocolo y Ceremonial ya se ha aprobado en comisión con el respaldo del tripartito de gobierno (PSOE, Cambiar y Aragón y Sí Puede). El PP y Ciudadanos votaron en contra aunque que el voto de la formación naranja podía varias en función del informe jurídico solicitado al secretario del Ayuntamiento sobre la legalidad del contenido y el respeto a los Derechos Fundamentales reconocidos en la Constitución, atendiendo la petición de este mismo grupo.

Pero el PP quiere ir más allá de lo que diga este informe. El quid de la cuestión está en el artículo 13 del documento que se llevará al pleno. Según dice, el Ayuntamiento de Huesca, "incluidos sus cargos de representación y sus empleados públicos (...) no asistirá a ningún acto que tenga carácter religioso", declinando las invitaciones que se le pudieran hacer, y tampoco "organizará ni programará actos (...) de carácter confesional". Los integrantes de la corporación podrán asistir "de manera particular", pero sin los símbolos que acrediten su condición ni hacer uso de privilegios, como la ubicación en espacios reservados o preferentes.

La medida se hace extensiva a los trabajadores municipales, que solo podrán ir también a título particular, pero no en horario laboral ni haciendo uso de su uniforme u otros símbolos, como es el caso de los Bomberos y de la Policía Local en la festividad de sus patrones.

No obstante, se deja abierta la posibilidad a que los ediles que lo deseen puedan acudir en corporación si el alcalde, mediante un decreto, establece excepcionalidades en la aplicación del reglamento "cuando concurran determinadas circunstancias singulares, oídos los portavoces municipales". Esta audiencia se ha añadido a propuesta del PP, que llevó a la comisión otras muchas para suavizar lo que muchos consideran una aplicación estricta de la aconfesionalidad.

Oliván señaló ayer que las modificaciones aceptadas solo son "cuestión de redacción". Los populares plantearon que la corporación asistiera a los actos solemnes que organiza el propio Ayuntamiento de Huesca, "pero nos dijeron que ya no se iban a hacer las celebraciones religiosas en San Vicente, San Jorge ni en Todos los Santos. Asimismo, propusieron que se asistiera a los actos de San Lorenzo y el Tota Pulchra, "pero todo quedará a expensas de lo que diga el alcalde por decreto", dijo el portavoz.

El reglamento del PP recogía que los concejales pudieran ir a los actos de carácter religioso a los que no asista la corporación, siempre que fueran invitados como la festividad del Santo Cristo, las Completas, el Corpus y la procesión del Santo Entierro. "En este caso planteábamos que se pusiera a disposición de los concejales que desearan asistir el servicio de protocolo".

Pero nada de esto se admitió. Gerardo Oliván criticó que el alcalde "se agarra a la disposición adicional tercera para decir que la comitiva de San Lorenzo va a salir". Según dijo, este punto también está en el reglamento vigente, "pero habla de excepcionalidad, no de los actos que año a año se celebran en la ciudad". "Si al final estamos haciendo un reglamento en el que el alcalde por decreto va a decir donde se acude, sobran todos los artículos porque se está arrogando facultades de interpretar el sentimiento de todos los oscenses", señaló el portavoz del PP.

Reunión con el vicario

Tras la polémica por las nuevas normas, la primera celebración religiosa en Huesca será la festividad de San Jorge o Día de Aragón. El acto debería desarrollarse según el reglamento vigente, es decir, como hasta ahora. Pero el primer cambio estará en el escenario. La misa se celebrará en una carpa junto a la ermita del cerro de San Jorge, ya que el oratorio estará cerrado por los problemas de grietas y el deslizamiento de la ladera, sobre los cuales se va a actuar en breve.

La concejal de Fiestas, María Rodrigo, y el presidente de la comisión de Relaciones Institucionales, Antonio Sanclemente, se reunieron ayer con el vicario de la diócesis, Nicolás López, para concretar los detalles de la ceremonia. Lo que todavía no está decidido es si la corporación acudirá con todo el servicio de protocolo o ya empezarán a notarse los cambios.