El Salud renuncia otro año más a la compra de una resonancia en el hospital San Jorge

El coste de las derivaciones, que solo en 2010 ascendió a 700.000 euros, podría verse disminuido con la adquisición de un aparato por el Gobierno de Aragón.

El servicio de Urgencias del hospital San Jorge.
Usuarios a las puertas del servicio de Urgencias del hospital San Jorge.
Rafael Gobantes

El hospital San Jorge de Huesca seguirá un año más sin equipo de resonancia magnética para atender una zona de salud con más de 100.000 pacientes. El Gobierno de Aragón no ha previsto esta inversión en los presupuestos de 2016, por lo que se mantendrá el concierto con la privada para prestar el servicio. Sin embargo, la demanda crece año a año y solo el anterior se externalizaron 5.342 pruebas, todas al Centro de Diagnóstico por Imagen (CDI), de la Policlínica Alto Aragón de Huesca. Profesionales del sector y partidos políticos han reiterado en los últimos años la petición de que se adquiera el aparato para el único hospital de capital de provincia que carece del mismo, porque creen que saldría más barato. Nunca se han querido hacer los números.


El récord de pruebas externalizadas se batió el pasado año y se superó la barrera de las cinco mil. Además, 2016 ha empezado con 1.600 pacientes en lista de espera, casi una tercera parte de lo que se atiende en un año. Ahora, algunos médicos de Primaria advierten de que una prueba no urgente podría tardar 7 u 8 meses, aunque la consejería de Sanidad no precisa el tiempo de espera porque depende de las características de la dolencia.


Tampoco informa de cuál fue el coste total en 2015, pero detalla los precios de cada una de las pruebas, que van desde los 87 euros la resonancia simple; 140 euros, la doble; y, si tiene un plus de contraste, hay que sumar 45. El cálculo con el más bajo supondría 464.754 euros anuales. Sin embargo, solo en 2010 ya se pagaron 700.000 euros. De hecho, entre los años 2011 y 2012, se abonaban de 110 a 120 euros por cada prueba, un 50% más de los 80 euros que pagaban en Zaragoza.


El equipo de resonancia que estrenó en octubre de 2013 el Servicio Aragonés de Salud para centralizar todas las resonancias del sector I de Zaragoza en el Hospital Nuestra Señora de Gracia (Provincial) tuvo un coste de 1,7 millones. Aunque podría conseguirse más barato, ya que el sistema vasco de salud adquirió hace unos meses un equipo Siemens por 1,2 millones. La consejería aragonesa informa de que su precio medio actual es de 1,3 millones. Ahora, hay seis aparatos en propiedad en la comunidad pero el último, el del sector Zaragoza I, donde se encuentra del Hospital Royo Villanova, se ha incorporado a través de un arrendamiento con opción a compra.


De hecho, cada vez es más frecuente recurrir al sistema de leasing (con opción a comprar), renting (pagar una especie de ‘alquiler’ que incluye el mantenimiento), pago por disponibilidad (en relación a los días que ha funcionado) o pago por uso (según las pruebas realizadas con el equipo), según explican desde Philips, que han alcanzado acuerdos con el Hospital de San Pablo de Barcelona o La Fe de Valencia. Aunque existen muchas variantes, por unos 250.000 euros al año se podría prestar el servicio, casi la tercera parte de lo que se paga por externalizar las pruebas.


Por ello, algunos sindicatos piden que se realice el estudio económico, ya que están convencidos de que en pocos años se amortizaría. El representante de UGT en la Junta de Personal del Hospital San Jorge, Fernando Pacheu, la califica como la "eterna reivindicación", que siempre se ha desechado. Por su parte, la representante del sindicato de Enfermería, Satse, María Cruz Oliván, indica que nunca se han dado pasos en firme en este sentido. El presidente del Colegio de Médicos, José María Borrel, recalca que "es el único hospital de capital de provincia que carece de resonancia". Con este argumento, cree que es suficiente para justificar la necesidad.


El anterior Ejecutivo autonómico rechazó en varias ocasiones la compra del aparato en respuestas a preguntas de Chunta Aragonesista o incluso en las Cortes en 2013. El exconsejero de Sanidad Ricardo Oliván aseguró que no tenía prevista la adquisición "porque las necesidades asistenciales de los pacientes del sector de Huesca, ahora y antes están perfectamente atendidas mediante esta fórmula de concertación externa". Además, incidió en que ya se concertaban estas pruebas antes de las transferencias de Sanidad en el año 2002 con la Policlínica Alto Aragón, en la que trabajan profesionales que ejercen en el sistema público. Por la ley de Incompatibilidades, todos ellos deben obtener un permiso del Gobierno de Aragón para asegurar que se cumple la norma. En cualquier caso, un centro concertado no podría tener trabajadores de la pública que presten servicios derivados. Oliván resaltó en 2002 que la valoración de la calidad y de la demora era correcta. Ahora hay 1.600 pacientes en espera. La demanda ha ido en aumento. En el año 2011, hubo 4.785 derivaciones, 4.601 en 2013 y 4.950 en 2014.


El Gobierno de Aragón asegura que "no se descarta en el futuro", pero admite que la compra del equipo de resonancia magnética no está prevista para este año. Según indican, los 8,5 millones de euros consignados para alta tecnología, suponen un aumento de la inversión de un 253% con respecto a los 2,5 presupuestados el año pasado. Con este dinero, está previsto adquirir dos aceleradores y un PEC-TAC. Además, se repondrán los equipos que se retiraron del Centro de Especialidades Pablo Remacha y los aparatos de radiología convencional y una nueva resonancia en el centro de especialidades Inocencio Jiménez.

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