​Ya es 2143 en el templo tibetano de Panillo

Los lamas celebran estos días la llegada del año del Mono de Fuego.

Celebración del Año Nuevo en Panillo
Celebración del Año Nuevo en Panillo
R. C.

La primera luna llena del mes de febrero marca la entrada del Año Nuevo en el calendario tibetano, que ha llenado de rituales y celebración el templo de esta religión ubicado en la localidad de Panillo, a escasos 9 kilómetros de Graus. Las 30 personas que allí habitan, entre lamas y alojados, celebran desde el pasado viernes la entrada del Año del Mono de Fuego, el 2143, que se presenta como un tiempo de mucha actividad, con muchos cambios.


“Cada mes de febrero se elige un animal de los doce que integran el círculo. En este caso, el mono se considera una especie muy activa, lo que hace esperar un año de modificaciones, además de uno de los animales más inteligentes, por lo que indica que será una buena época para desarrollar la capacidad intelectual”, explica Isabel Alcántara, presidenta de la asociación Centro Budista Dag Shag Kagyu, que gestiona el lugar en la actualidad.


El día grande de estos festejos se celebró este martes, con los ritos más espectaculares, que concentraron a unos 200 visitantes en el templo, además de autoridades y otros invitados. Durante las diferentes jornadas que ha durado este ritual, llamado Makahala, se mezcla el espíritu de festejo y el de purificación ante el año que entra.


El momento cumbre de este tuvo lugar este martes, denominado día del Losar, en una ceremonia que empezó a primera hora de la mañana, con un desayuno tibetano y el intercambio de katas, pañuelos típicos, entre lamas y visitantes, que tiene un objetivo de purificación. A partir de las 11.00, con la llegada de más público, se pasó al exterior del templo, para la parte más vistosa, con el ritual del humo blanco, en el que se encendió una hoguera y se lanzó harina al aire. “Hemos tenido mucha suerte, porque justo cuando ha terminado el rito se ha puesto a llover”, comenta Alcántara, que reside habitualmente en el templo.


Posteriormente y para concluir la celebración del día del Losar, se realizó una comida bendecida, en la que participaron tanto los lamas, con los invitado y el público, con casi un centenar de comensales.


Los festejos y rituales finalizan este miércoles, con la lectura de textos dentro del templo, que se suman a la emisión de plegarias Shangpa Kagyuya que se realizó el lunes. También estaba previsto un paseo por la zona que la plaga de procesionaria que hay en los árboles cercanos la ha obligado a suspender. “Es un momento muy bonito, porque se recorre la zona de bosque, en forma de comitiva, pero que en este caso hemos tenido que cancelar”, lamentó la directora del centro.

Proyecto de ampliación


El templo, que se instaló en esta zona de la Ribagorza hace casi tres décadas, busca financiación para su proyecto de ampliación, que le permitirá acoger a 32 visitantes más y mejorar la calidad de las estancias de estos, además de incluir otra sala de actividades. “En la actualidad contamos con muchas de nuestras camas en forma de literas en cuartos comunitarios, pretendemos hacer otro tipo de alojamientos, para que puedan adaptarse a visitantes de todas las edades”, explica Alcántara. Para poder hacerlo, aspiran a hacer una campaña de financiación colectiva a través de internet en los próximos meses.


Alcántara no logra contabilizar el número de turistas que pasan por las instalaciones durante todo el año, aunque los cifra en miles. “En verano tenemos a diario multitud de visitas, algunas que llegan desde toda Europa o América para participar en los talleres y cursos que realizamos. También es un atractivo más para los turistas que llegan a esquiar en las pistas, o a hacer actividades en la naturaleza y de montaña”, concluye Isabel Alcántara.

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