Establecer posibles ubicaciones y realizar una tasación económica para tratar de conseguir un convenio entre el Ayuntamiento de Huesca y Endesa que posibilite el traslado de la subestación eléctrica de la avenida de Doctor Artero. Son los dos puntos de partida de la mesa de trabajo constituida para reubicar la instalación, que ha quedado rodeada de viviendas. De él forman parte representantes de todos los grupos políticos, técnicos municipales y el ingeniero de telecomunicaciones y Premio Nacional de Medio Ambiente en 1998 Pedro Costa. La compañía eléctrica no acudió a este primer encuentro por "problemas de agenda" debido a la premura de la convocatoria, según justificaron a la alcaldía.

En la reunión de ayer, Costa presentó un cronograma para avanzar en el traslado de la subestación, una larga reivindicación de los vecinos del barrio de María Auxiliadora que la concejal de CambiarHuesca Carmen García ya lideró cuando era presidenta de la asociación. El inicio inmediato del diálogo con las partes implicadas y un estudio de costes para su reubicación es uno de los acuerdos del pacto de gobierno que el PSOE firmó para este mandato con ese grupo político y con Aragón Sí Puede.

Se parte desde cero

Costa señaló que, a pesar de las conversaciones mantenidas entre el Ayuntamiento y Endesa sobre el posible traslado, "se está en el punto cero". Según dijo, lo primero sería realizar mediciones en las viviendas cercanas a la subestación para determinar el alcance de los campos electromagnéticos. Su existencia sería uno de los argumentos a favor de la salida de la instalación.

A este respecto, desde Endesa indicaron que la subestación de Doctor Artero "cumple todos los requisitos reglamentarios" y que "la instalación estaba ahí antes de que se construyeran las viviendas, por lo que habría que pensar que al emplazamiento futuro le podría ocurrir igual. Asimismo, manifestaron que están de acuerdo en formar parte de una comisión técnica para analizar el futuro de la instalación pero "siempre bajo dos premisas que ya conoce el ayuntamiento".

La primera de ellas es ver si técnicamente es posible, ya que modificar el emplazamiento de la subestación implica variar del trazado de las líneas que salen de ella. "Habría que hacer los proyectos, la tramitación administrativa correspondiente y, en algún caso, expropiaciones", explicaron. La segunda de las premisas la marca la Ley Eléctrica, donde se recoge que quien pide el traslado de un equipamiento tiene que pagarlo. Fuentes de Endesa señalaron que si la reubicación es posible, se haría una valoración económica. "Y si hay presupuesto, se podría hacer", añadieron.

La responsable del área municipal de Medio Ambiente y Energía, Carmen García, manifestó su contrariedad por la ausencia de Endesa en la reunión de ayer. "Queríamos trazar una hoja de ruta para conseguir el traslado de subestación a partir de una serie de acciones y estudios y nos ha faltado el interlocutor", comentó.

Esta previsto que la segunda reunión de esta mesa de trabajo se celebre en mayo. Para entonces, la concejal espera disponer de un informe técnico que, al parecer, encargó el Ayuntamiento de Huesca hace años por el mismo motivo y que determina el coste de este cambio, que sería de 11 millones de euros. "Es una cifra que habrá que actualizar", apuntó García.

En el caso de que el traslado sea viable técnicamente, el problema estará en su financiación. Según explicó Pedro Costa, en otros lugares se ha hecho por la vía del convenio y puso como ejemplo Lorca (Murcia). Allí, un consorcio de promotores llegó a un acuerdo con la compañía eléctrica para pagar el traslado de una subestación. También reivindicado por los vecinos, a cambio de adquirir los terrenos de la antigua en propiedad y edificar en ellos. Aquel convenio, con el visto bueno del ayuntamiento, se firmó en 2003, pero no se hizo realidad hasta diez años después.