Arranca el trabajo del comité científico del lindano

El proyecto de demolición de la fábrica estará listo este año.

Visita del comité científico del lindano a los suelos contaminados.
Visita del comité científico del lindano a los suelos contaminados.
Rafael Gobantes

El comité científico que asesora al Gobierno de Aragón en la lucha contra la contaminación de lindano ha conocido sobre el terreno las actuaciones llevadas a cabo en los vertederos de Bailín y Sardas y en la fábrica de Inquinosa, en Sabiñánigo.


Arranca así el trabajo de los investigadores encargados de poner los fundamentos a “la hoja de ruta” que diseñará el departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad para afrontar el problemas “con una base científica sólida”, en palabras del consejero de Desarrollo Territorial y Sostenibilidad, Joaquín Olona.


Este comité está integrado por el catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola; el profesor de investigación del CSIC, Enrique Playán; el catedrático de Química Orgánica de la UZ, José Antonio Mayoral; el de Hidrogeología de la Universidad de La Coruña, Javier Samper; el de Edafología de la de Santiago de Compostela, Felipe Macía; la de Ingeniería Química de la Complutense, Aurora Santo; y el director científico del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, Nicolás Olea. Cuatro de ellos han viajado a Sabiñánigo para ver sobre el terreno la dimensión del problema.


En la visita estuvieron acompañados por representantes municipales, de los grupos parlamentarios de las Cortes de Aragón y de organizaciones ecologistas, así como por técnicos del Gobierno de Aragón. Con todos ellos mantuvieron una reunión de trabajo, tras visitar los emplazamientos contaminados. También viajó a Sabiñánigo la eurodiputada Inés Ayala, dado el interés por contar con financiación de Bruselas.


Según comentó Enrique Playán, la comisión de expertos tiene el mandato de plantear unas vías de solución. “Se nos ha insistido en la importancia de hacer una planificación, que seguro que desbordará los presupuestos disponibles, porque el problema con el que nos encontramos aquí, que no es nuevo ni en España ni en Europa, supone la necesidad de actuaciones a largo plazo y de gran intensidad económica”, porque “llevará décadas resolverlo, igual que llevó décadas generarlo”.


Añadió que hay muchos tipos distintos de residuos en un gran perímetro que requieren soluciones diferentes y deben valorarse las tecnologías existentes en la actualidad. En su opinión, existe “un entorno de seguridad”, pese al episodio de contaminación de septiembre de 2014, que finalmente se pudo controlar, y destacó la importancia de la monitorización.


Por su parte, el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, también presente en la visita, precisó que no hay una fecha para que el comité científico aporte sus conclusiones, aunque “es obvio que existe urgencia máxima”, y dentro de unos meses se espera que dé las primeras orientaciones. Según declaró Olona, el encuentro en Sabiñánigo representa “un salto cualitativo”. “Estamos estructurando la respuesta” y ello se hace, añadió, “con total transparencia” y reconociendo “la gravedad del problema”.


Por otra parte, anunció la finalización este año del proyecto para el desmantelamiento de la fábrica y la limpieza de sus suelos, una actuación que requiere autorización judicial contando con que la propiedad sigue en manos de Inquinosa y de una inmobiliaria, Urmarast. Se trata de “un reto tecnológico” de gran complejidad, que entraña importantes riesgos dada la cercanía al río y a la población.


Mientras, se sigue trabajando en el control continuo sobre la contaminación de las aguas. “El problema no lo vamos a resolver a corto plazo. Sí tenemos resuelto, para evitar alarmas innecesarias, el control exhaustivo y continuo de cualquier episodio de contaminación al sistema hidrológico”. Olona aseguró que el departamento cuenta con dotación presupuestaria para reforzar el sistema de seguimiento con muestreos en continuo en el río Gállego, para realizar mejoras en los laboratorios y para la instalación de medidores de contaminación del aire en el casco urbano de Sabiñánigo y en su entorno.


Además, en verano se probarán sobre el terreno las técnicas ensayadas en laboratorio, en el marco del proyecto europeo Life, para la eliminación de la fase densa del residuo, la más peligrosa, enterrada en el subsuelo y adherida a la roca.

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