La nieve se sigue haciendo esperar. Las lluvias abundantes caídas en el Pirineo desde el pasado fin de semana han dejado más de 100 litros por metro cuadrado en solo 24 horas en algunos puntos y han multiplicado hasta por 50 el escaso caudal de los ríos. Sin embargo, no se han traducido en un aumento de los espesores en las estaciones de esquí, al situarse la cota por encima de los 1.800 metros. La esperanza está puesta ahora en el descenso de las temperaturas de los próximos días.

La máxima precipitación se registró en Bielsa, donde cayeron 130,6 litros en una sola jornada, el domingo, y 173 en dos días. En Biescas recogieron 92 l/m2 en 24 horas, y 95 en el embalse de Búbal. No hubo inundaciones en los cascos urbanos ni se cortó ninguna carretera, aunque sí hubo que limpiar algún tramo.

Sumadas las últimas lluvias a las acumuladas en lo que va de mes, Canfranc ya lleva 258 litros. Una situación que contrasta claramente con un diciembre calificado por los meteorólogos como "extremadamente seco", con 0,6 litros en Zaragoza, 1 litros en Huesca y 0,2 en Teruel.

Sin embargo, la cota de nieve ha estado muy alta y no ha permitido aprovechar el paso del temporal. Solo ha llegado a las partes más elevadas de las estaciones y a los refugios de montaña. Candanchú, que esta temporada ha abierto únicamente dos días, recibió 94,2 litros de lluvia en 24 horas, que en caso de ir asociados a bajas temperaturas habrían garantizado un manto nivoso considerable. En Astún, dejó 21 litros, en forma de agua, y Formigal recibió 62. Aquí la nieve hizo acto de presencia en cotas muy altas, con un espesor de 10 centímetros, mientras que Cerler sumó 15 a los que ya tenía.

Las nevadas sí han provocado acumulaciones en los refugios de montaña, pero también únicamente en aquellos situados a mayor altitud. La estación meteorológica de Góriz (2.200 m) recibió 94 litros en forma de nieve. El espesor ha aumentado en 33 cm hasta los 83. Pero en Linza y Lizara, a una cota mucho más baja, solo llovió, 88 litros en este último.

Llega el frío

"Han caído cantidades muy importantes, pero de agua, es una pena que la cota de nieve haya estado tan alta", señaló Rafael Requena, el delegado en Aragón de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), quien confía en que ahora "entre el frío de verdad" y se dejen atrás temperaturas tan inusuales como las registradas el viernes, cuando Zaragoza marcó un máximo histórico en enero con 20,5 grados. De momento, la cota de nieve para hoy se sitúa a 800 o 1.000 metros, aunque con precipitaciones débiles, una tendencia que se mantendrá hasta el jueves. "Nos olvidamos de los 20 grados y ahora las precipitaciones que haya serán de nieve en el Pirineo", pronosticó Requena.

"La lluvia nunca beneficia a las estaciones y nos hubiera gustado que cayera en forma de nieve. Pero estamos con el mismo dominio esquiable que antes, con la ventaja de que hemos podido innivar porque ha bajado la temperatura", comentó Andrés Pita, director comercial de Astún, quien hizo hincapié en que "a pesar de que solo ha habido dos nevadas, se puede esquiar desde hace más de un mes en algunas zonas".