El aeropuerto Huesca-Pirineos escala puestos en el ranquin de operaciones de la red española de terminales gestionadas por AENA. La apertura en 2015 de la escuela de pilotos Atlantic Flight Training Limited, que realiza la instrucción de vuelo en su base oscense, ha disparado la cifra a 2.240 hasta noviembre (un 170% más que en 2014). Sin embargo, no recibió ni a un solo pasajero en ese mes y apenas supera el centenar en todo el año. Con todo, tanto este centro británico como el de piloto de drones, Escuadrone, que también se instaló la pasada primavera, apuestan por mantener sus sedes y crecer.

Atlantic Flight Training Limited anuncia que este mes empezará a construir un edificio propio junto a los hangares, aunque inicialmente iba a ser en octubre. "Este espacio multiusos –centro de operaciones, oficinas, zonas para alumnos…– nos va a dar más capacidad para traer a más gente", comenta Pedro Ortiz, el jefe de vuelos de la base de Huesca.

Mantienen entre 12 y 15 alumnos que durante unas 14 semanas realizan la fase del vuelo monomotor. En marzo tienen previsto traer bimotores y un simulador, para ampliar la formación a cuatro o cinco meses. Son las prácticas del curso de piloto de transporte de líneas aéreas (ATPL), con un coste total de unos 125.000 euros, y que permite trabajar como piloto de pasajeros, carga, aviación corporativa, fotografía...

La formación teórica se imparte durante siete u ocho meses en Coventry (Reino Unido), donde está la sede. No obstante, "vamos a potenciar la base de Huesca", indica Pedro Ortiz. En cuanto a la adecuación de las instalaciones a sus necesidades, "de cero a diez, le pongo un 15. Funcionan muy bien por el apoyo que estamos recibiendo del aeropuerto, del personal y de las autoridades. Tiene muy buena aceptación porque está revirtiendo en Huesca".

El aeropuerto amplió su horario desde el 20 de agosto –de 9.00 a 17.00– por la actividad de la escuela y se prolonga cuando es preciso para la instrucción nocturna. Esta capacidad de adaptación así como los días de sol son algunas razones que decidieron a la compañía. Excepto algún día de niebla, se aprovechan todos para volar con 20 o 25 operaciones, "que son muchas", valora.

De hecho, "mantenemos nuestro plan a largo plazo", comenta Ortiz. La sociedad Promoción de Actividades Aeroportuarias, del Gobierno de Aragón, aportó 350.000 € a la empresa, que se compromete a invertir 700.000 euros en las instalaciones y a generar en cinco años 45 empleos (6 el primero). Ahora, trabajan siete personas y el nuevo edificio tendrá un coste de 400.000 euros.

También se instaló en el aeropuerto la empresa madrileña Escuadrone, para formar a pilotos de aeronaves no tripuladas, que después pueden usarlas en trabajos de fotografía y vídeo, vigilancia, control de cultivos, de obras… Además, ofrecen un curso intensivo y otro avanzado para emergencias. De hecho, resaltan las ventajas de un dron frente a un helicóptero para intervenir en rescates, al no poner en riesgo a las personas y volar de noche y en condiciones más extremas.Grupo de rescate táctico

Esto último les ha llevado a crear el llamado Grupo Operativo de Respuesta Táctica (GORT), compuesto por especialistas en rastreo de personas, de animales…, "que combinan técnicas ancestrales de búsqueda con la tecnología de los drones", explica su subdirector, Fernando Gómez. Están preparados para intervenir en cualquier rescate, pero también pueden investigar a cazadores furtivos en una finca… o muchas otras aplicaciones, detalla. Aitor Goikoetxea es otro de los especialistas de este equipo que pretende ser un complemento de las fuerzas de seguridad del Estado, contratados por administraciones o por particulares.

Es el último proyecto de Escuadrone que ha alquilado más instalaciones para ampliar sus talleres y aulas. "Hemos crecido y hemos adaptado algunas cosas", explica uno de sus responsables, quien rechaza que se cuestione la utilidad del aeropuerto en el que planean su futuro.