Cruz Blanca lleva regalos a 211 hogares oscenses

La entidad oscense ha repartido más de 1.400 juguetes de segunda mano entre las familias con menos recursos.

El trabajo de recogida y limpieza de los juguetes donados ha sido llevado a cabo por casi 30 voluntarios
El trabajo de recogida y limpieza de los juguetes donados ha sido llevado a cabo por casi 30 voluntarios
R. C.

La ilusión de correr a ver lo que los Reyes Magos han dejado bajo el árbol en la mañana del día 6 es uno de los momentos más esperados por todos los pequeños, y uno de esos recuerdos que permanecen en el álbum de recuerdos de la infancia. Para que ningún pequeño se quede sin vivir la emoción de desenvolver los paquetes Cruz Blanca ha recogido juguetes usados durante todo el año, en una nueva edición de la iniciativa 'Un juguete, una sonrisa', que en los últimos días ha repartido entre las familias con menos recursos de la ciudad. En total, han sido 1.435 juguetes, la mayoría de segunda mano, los que se han entregado 211 familias para que un total de 461 niños puedan encontrarlos bajo el abeto en esta mañana de Reyes.


Peluches, libros, puzles y juegos de todo tipo perfectamente agrupados por edades se amontonaban en el salón Javier Osés de la Casa Familiar San Lorenzo de Cruz Blanca, a la espera de que las familias, citadas previamente con hora y fecha, pudieran recogerlos. “Así todo se puede hacer mucho más ordenado, y los voluntarios asesoran a los padres sobre los juguetes que pueden ser más adecuados para sus hijos”, explica Alejandro Gurría, encargado de comunicación de la entidad.


Las donaciones recibidas han aumentado considerablemente en los últimos años, como muestran las cifras, pues en 2013 se recogieron 880 juguetes, en 2014 un total de 1.147 y en esta ocasión 1.435. “Son muy nuevos y en perfecto estado, la gran mayoría”, añade Gurría. La gran cantidad de regalos ha permitido que las familias puedan llevarse más de uno, en concreto dos juguetes, un peluche y un libro o un puzle por niño. “Hemos intentado que todo se ajuste a la edad del pequeño, por ejemplo, entre los mayores igual se ha dado otro libro en lugar de un peluche, ya que para niños de 8 a 12 años era los que menos opciones había”.


El trabajo de recogida y limpieza de los juguetes donados ha sido llevado a cabo por casi 30 voluntarios, que han trabajado durante todo el año, y de los cuales 16 han participado estos días en el asesoramiento a las familias.


Además, han colaborado como punto de recogida o promoviendo las donaciones diferentes instituciones, como el Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza, los centros de toda la provincia de la Mutua de Accidentes de Zaragoza, el Instituto Aragonés de Empleo, la aseguradora MC Mutual, la Comisión de Fiestas de la localidad de Aniés o Aragón Radio. También se han recogido juguetes en escuelas como el CEIP San Ginés de Lupiñén-Ortilla, el CEIP Santos Samper de Almudévar, el CEIP Pedro J. Rubio y el Colegio San Viator de Huesca, en los que los alumnos de los centros aportaron sus propios juguetes.


Respecto a las familias que se han acogido a la inciativa, en su mayoría son usuarios del Centro Hermano Isidoro, que atiende a 450 familias. “Allí se da atención integral a las familias en riesgo de exclusión, a las que se le da servicio de súpermercado, con productos básicos, y asistencia judicial o médica a cambio de un compromiso en formación y búsqueda de empleo. Nosotros nos comprometemos a satisfacer sus necesidades básicas para que puedan dedicarse a trabajar en la mejora de su situación”, explica el responsable de comunicación de Cruz Blanca. Así, de estas familias se seleccionaron aquellas que tenían hijos para participar en el reparto de juguetes. “Además de personas derivadas de otras entidades, con los que tenemos una estupenda relación, ya que nuestra recogida de regalos se ha convertido ya en un referente en la ciudad”, añade Gurría.

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