El tramo Huesca-Siétamo de la A-22 lleva tres años bloqueado en el Ministerio de Fomento

Los 13,2 kilómetros que quedan para completar la autovía están pendientes de licitación desde 2012.

Vista de la N-240 a su entrada en Huesca desde Estrecho Quinto (desvío a Loporzano).
El tramo Huesca-Siétamo de la A-22 lleva tres años bloqueado en el Ministerio de Fomento
Fernando Paúles

Los 13,2 kilómetros de carretera entre Huesca y Siétamo son los únicos que quedan por desdoblar para cerrar la autovía A-22 entre la capital oscense y el límite con la provincia de Lérida. Hace tres años que se terminaron las últimas obras, pero el trayecto pendiente todavía tendrá que esperar por lo menos hasta 2020 para ser una realidad.


Los alcaldes de los municipios afectados reivindican la urgencia de actuar en este tramo, un auténtico cuello de botella para los vehículos que circulan al día en ambas direcciones (10.943, el 9,5 % pesados), con limitaciones de 70 km/hora en gran parte de trazado, y con tres radares en los cruces de Loporzano (Estrecho Quinto), Quicena y Tierz. Desde 2012, el proyecto está bloqueado en el Ministerio de Fomento.


En los Presupuestos Generales del Estado para 2016, este tramo cuenta con una dotación de 100.000 euros, la misma cantidad que se consignó para 2014. Con este dinero apenas se puede empezar a tramitar la licitación de las obras, que acumulan retraso desde hace 14 años, cuando la solución planteada para su trazado no superó al primera declaración de impacto ambiental y se decidió segregarlo del conjunto de la autovía, dividida en otros siete tramos que sí la pasaron.


Mientras, empezaron las diferencias entre los ayuntamiento sde Huesca y Quicena por el trazado, que ambos quería que discurriera lo más alejado posible del entorno del caso urbano para que no limitara el crecimiento. Finalmente, y con sentencias judiciales de por medio, en 2008 se encargó la redacción del proyecto. Y llegó la crisis. En la provincia se pararon muchas obras, que poco a poco se han reanudado e incluso finalizado , pero la Huesca-Siétamo quedó en el furgón de cola por falta de dinero. El tramo de 13,2 kilómetros entró en el paquete de proyectos sometidos a la orden de eficiencia publicada por Fomento en diciembre de 2010 para ajustar el coste de las autovías.


Según el gobierno del PP, a principios de 2012 esa adaptación del proyecto estaba por hacer. En 2013, además, caducó la declaración de impacto ambiental, que finalmente pudo renovarse para evitar aún mayores retrasos en estas reclamadas obras.


El diputado popular por la provincia de Huesca Manuel Mora ha señalado que la revisión del proyecto ya está terminada y que lo único que queda es licitar su construcción, que antes de las reformas que se han tenido que llevar a cabo, tenía un coste de 42 millones de euros. La proyección presupuestaria de 2017 hasta 2019, con 2, 10,2 y 14,4 millones, también se queda corta para pensar que el tramo podría estar acabado antes de 2020, en el caso de que se empezase dentro de dos años.


Manuel Mora reconoce que es preciso desatascar" este proyecto porque para la zona oriental de la provincia es esencial la comunicación con Lérida, el valle de Benasque..., ". El alcalde de Huesca, Luis Felipe (PSOE), afirma que en 2012 ese tramo podría haber estado licitado por el Gobierno central, puesto que ese año técnicamente estaba concluido y a día de hoy las obras podrían estar terminadas y la autovía en servicio". Según dijo, se han perdido cuatro años para cerrar una vía muy importante para nuestro desarrollo económico y para las comunicaciones en nuestra provincia".


Peligro de accidentes


Lo mismo opinan los demás alcaldes afectados. Vienes de Barbastro y tienes que salir en Siétamo porque no hay autovía", comenta Jesús Escario (PP), de Loporzano. Eso entretiene mucho y colapsa el tráfico porque es un inconveniente muy grande. Además, para entrar en Loporzano hay que hacer un giro en el cruce que es muy peligroso", señala.


En el presupuesto de 2016 hay 100.000 euros, después de haber dejado el proyecto olvidado tanto tiempo ese dinero solo valdrá para hacer cuatro papeles", comenta Vicente Crespo (A. E.), de Siétamo. Según dice, algunos alcaldes no descartan crear una plataforma reivindicativa, pero ahora estamos en vísperas de elecciones y habrá que esperar".


Javier Belenguer (PP), alcalde de Quicena, señala que lo primero es saber cómo está el proyecto y ver si se puede mover algo en las instituciones". Pero algo hay que hacer, porque esto así es lamentable", apostilla.


La rotonda que se va a construir en la N-240 para regular el cruce de Tierz será una solución paliativa. Para su alcalde, Jesús Alfaro (PSOE), la entrada a Huesca no puede ser un embudo". Hay mucho tráfico y mucho peligro por el paso de vehículos pesados", resalta.

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