El incendio forestal entre Alcolea y Belver permanece estable

Una primera aproximación aérea ha hecho una estimación de menos de cien hectáreas quemadas.

Labores de extinción del incendio forestal declarado en la tarde de este viernes en el término oscense de Alcolea
Labores de extinción del incendio forestal declarado en la tarde de este viernes en el término oscense de Alcolea
Rafael Gobantes

El incendio forestal que se desató este viernes por la tarde y mantiene en alerta a las poblaciones de la ribera del Cinca, entre Alcolea y Belver, donde está ardiendo la vegetación de la ribera, "está estable", según fuentes del Gobierno de Aragón y el nivel de alerta ha descendido de grado 1 a 0.


El perímetro del fuego se ha estabilizado, si bien permanecen activos pequeños focos dispersos, y el viento que sopla hace que la situación se vaya modificando.


Este sábado por la mañana, un helicóptero de la Unidad Helitransportada de Peñalba de extinción de incendios ha hecho una primera estimación provisional, y han calculado en menos de cien hectáreas la superficie quemada.


El fuego se inició este viernes sobre las 17.00 en el término municipal de Alcolea de Cinca y debido a la fuerza del viento se extendió con rapidez hacia Albalate, si bien el operativo desplegado en la zona consiguió evitar que las llamas alcanzaran el casco urbano y sólo afectaron a una casa situada en las afueras, que fue desalojada.


A lo largo de la noche se han ido retirando los bomberos de Fraga, Cinca Medio y Benabarre y los voluntarios de protección civil, y sobre el terreno permanecen trabajando cuatro cuadrillas forestales, tres autobombas, tres APN y dos técnicos de Medio Ambiente.


También se ha reabierto al tráfico la A1235 (es el puente que cruza el río Cinca entre Alcolea y Albalate), que fue cerrad por el humo.



Según ha manifestado el alcalde de Albalate de Cinca, José Antonio Castillón, no hay ningún peligro para los cascos urbanos y los vecinos han pasado la noche tranquilos.


El fuego ha quemado principalmente vegetación de ribera formada por chopos y matorral y, según ha indicado el alcalde, podría haber afectado a unas 50 o 60 hectáreas, aunque todavía no se ha podido evaluar con precisión.