Concentración para exigir la vuelta de las subvenciones para comedores escolares

La jornada se completó con una comida en la plaza de Navarra y la recogida de firmas.

Concentración en la Plaza de Navarra
Concentración para exigir la vuelta de las subvenciones para comedores escolares
J.S.

Numerosos padres y niños de al menos una docena de localidades de la provincia se concentraron el mediodía del sábado en la plaza de Navarra de Huesca con para exigir a la consejería de Educación que mantenga los convenios para la financiación de los comedores escolares con menos de 50 alumnos y que se suprimieron en noviembre del pasado año. Como explica el portavoz de las familias afectadas, Sergio Sarriá, procedente de Siétamo, gracias a dicha aportación, que recibían los ayuntamientos, era posible “cubrir el déficit entre las tasas que pagan los padres y el coste real del servicio”.


En consecuencia, han sido los propios consistorios los que han tenido que asumir estas ayudas, aunque no todos los municipios disponen de los fondos necesarios para ello. “No se trata de que tengamos que depender de un ayuntamiento bien gestionado y con buena voluntad que absorba esa falta de fondos. Lo que pedimos es que se cree una normativa que contemple esta situación y dichos convenios se hagan por escrito, concretando los fondos que se van a destinar, con el fin de contar con una normativa sólida que garantice el futuro”, señala el portavoz de las familias.


En algunos casos, recordó Sarriá, la ausencia de estas subvenciones puede suponer un incremento en las tasas que deben pagar los padres de en torno a al 40%, lo que puede provocar incluso el traslado de los pequeños a un centro de Huesca capital, poniendo en peligro la supervivencia de la escuela rural. En la concentración, que contó con el apoyo de Fapar, hubo participantes procedentes de localidades de toda la provincia de Huesca. De algunas de las cuales acudieron también sus alcaldes y como señala Sergio Sarriá, “también han venido representantes de poblaciones a los que no afecta esta cuestión para darnos su apoyo”.


Durante la concentración se recogieron firmas y los participantes comieron en la propia plaza, donde se leyó además un comunicado, en la que fue también una jornada para la convivencia. “Hay comedores con pocos niños y Ayuntamientos que no pueden asumir ese gasto y eso afecta directamente a las familias”, señalaba una de las participantes, Celia Montaner, quien se había trasladado desde Bolea. Como aseguró, se trata de un gasto al que no todas las familias pueden hacer frente, “por lo que deciden llevar a sus hijos al colegio en Huesca, lo que disminuye el número de niños en las escuelas rurales avocándolas al cierre”. “Y el cierre de un colegio rural significa la muerte del pueblo”, añadió.