Los fragatinos quieren la declaración de Interés Nacional para el Día de la Faldeta

La fiesta es un homenaje a la mujer fragatina, a través de la puesta en valor del traje regional y se celebra cada mes de abril.

Los fragatinos quieren la declaración de Interés Nacional para el Día de la Faldeta
Los fragatinos quieren la declaración de Interés Nacional para el Día de la Faldeta
Heraldo.es

El Ayuntamiento de Fraga aprobaba el día 30, en sesión de extraordinaria de Pleno, y por unanimidad, el inicio de los trámites que han de permitir convertir el Día de la Faldeta en Fiesta de Interés Turístico Nacional.


Se trata de uno de los días festivos de mayor importancia en la localidad oscense y se celebró por primera vez en 1977 para rendir homenaje a la mujer local a través de la puesta en valor del traje típico de la localidad.


La Declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional es un título de carácter honorífico que el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio reserva para Fiestas de Interés Turístico Autonómico que cumplen una serie de requisitos recogidos en la Orden ITC/1763/2006.


Desde el Ayuntamiento de Fraga se quiere lograr esta distinción con el objetivo de potenciar más aún una Fiesta que ha multiplicado el número de sus participantes en los últimos años a raíz, sobre todo, de separar la festividad del 23 de abril y celebrarla el domingo más próximo a esa fecha.


“La fiesta, la ciudad y, sobre todo, la gente y las entidades que la hacen posible lo merecen y no vamos a escatimar recursos ni esfuerzo. Estamos preparando la memoria que hay que presentar y ahora buscamos el Acuerdo de Pleno que se necesita y esperamos que se apruebe con el apoyo de todos”, explica Pilar Martínez, la concejal delegada de Fiestas del Ayuntamiento de Fraga.

El traje de las siete faldas


El traje está formado por siete faldas superpuestas, corsé, jubón, mantilla y unos peinados característicos denominados rosca y picaport, eran lucidos de manera cotidiana –en su versión de diario, en la que predomina el color negro- por las fragatinas más longevas hasta entrado el siglo XXI.


En Fraga, un municipio donde la agricultura es motor de la economía, el papel de la mujer en la organización de la economía familiar ha sido siempre preponderante. Durante siglos, las mujeres fragatinas han sido las encargadas de administrar la hacienda familiar, decidir sobre el día a día e inculcar a los más pequeños de la casa.


A ese arquetipo de mujer capaz, esforzada y enérgica se rinde un homenaje diario con una escultura de ‘La Fragatina’, que permanece en la Plaza España de la localidad desde principios de los años 80. Además, al homenaje diario que representa la escultura, se le une cada mes de abril otro homenaje vivo: el Día de la Faldeta.

El origen de la fiesta se encuentra en la Peña Fragatina


El Día de la Faldeta nació como fiesta en 1977 de la mano de la Peña Fragatina, una asociación de carácter lúdico-deportivo-cultural que supera los 2.000 socios que quiso rendir cada año homenaje a las mujeres fragatinas –las Dones de Faldetas- que en aquellos años vestían todavía a diario el traje típico de la Ciudad.


Con los años, las dones de faldetas se convirtieron en un recuerdo, pero el testigo de su recuerdo lo tomaron los más jóvenes y la Fiesta del Día de la Faldeta se convirtió en una celebración de la propia historia y del orgullo de ser fragatino mediante la puesta en valor del traje tradicional de la Ciudad.


Actualemente, durante una jornada entera, fragatinos de toda edad, sexo y condición lucen durante una jornada completa del mes de abril ropas que en su día lucieron sus abuelos, convirtiendo Fraga en un teatro al aire libre en el que se representa una boda según los usos habituales del Aragón y la Fraga del XIX.


Se hace según el modelo que fija La Boda Fragatina, el más famoso de los cuadros de Miguel Viladrich, el pintor más célebre de la localidad.


Para los hombres corresponden chaleco, camisa, chaqueta y pañuelo a la cabeza pintado a mano por alguna de las mujeres de la casa y un particular calzón –valons, lo llaman en fragatino, porque hasta manera de hablar propia tiene la capital del Bajo Cinca- y para ellas, las siete faldetas preceptivas superpuestas, corsé, jubón, mantilla y unos peinados –la rosca y el picaport- y joyas que son historia viva.


“Antes, la Fiesta coincidía con el 23 de Abril,el Día de Aragón, pero decidimos separarla. Ahora, el Día de la Faldeta se celebra el primer domingo más próximo a esa fecha y ha sido un acierto. Al ser festivo pueden venir mucha más gente”, cuenta Pilar Martínez, la concejal delegada de Fiestas del Ayuntamiento.


Cada Día de la Faldeta, la comitiva nupcial recorre la ciudad entera. Acompañan, porque estamos en Aragón, tañedores y cantadores de la Rondalla de la Peña Fragatina con piezas compuestas a propósito para los novios, que cambian cada año: los encarnan los peñeros mayores de las Fiestas del Pilar, la otra fiesta grande de Fraga.


Por el camino, encuentran escenas hasta hace no tanto habituales en el día a día de Fraga: vendedores de baratijas, confiteros y panaderos que elaboran in situ dulces típicos fragatinos como el coc de fraga –a base de membrillo- o los coquembous, un antecedente local de la Mona de Pascua que se elabora con masa de pan y se adorna con huevos duros.


Los higos secos, el producto que hizo famosa Fraga en toda España, también están presentes en estas escenas costumbristas que evocan una Fraga todavía viva en el recuerdo.


La fiesta se completa con una Misa Baturra en la Iglesia de San Pedro que acaba, cómo no, con los novios saliendo por la puerta del templo. La lluvia que los saluda, eso sí, no es de arroz: en Fraga, se tiran peladillas.


Después; novios, invitados, curiosos y todo el que elige Fraga para disfrutar del Día de la Faldeta tienen una cita en el Segoñé, el paseo más importante de la Fraga del XIX. Allí se celebra un vermut musicado también según los usos de una Ciudad que no olvida su pasado y quiere hacer de su patrimonio cultural un activo.


Por la tarde, y en la plaza España junto al monumento a La Fragatina, se representan sainetes costumbristas y continúan las actividades que convierten Fraga cada mes de abril en ejemplo de cómo convertir la historia y el patrimonio inmaterial en realidad viva.


“La Fiesta crece y queremos que vaya todavía a más. Por eso asumimos este año el desafío de lograr que se nos otorgue el distintivo de Interés Turístico Nacional. Sabemos que no será sencillo, pero hay que intentarlo”, concluye la concejal delegada de Fiestas Pilar Martínez.