​Drones, atención de emergencias desde el aire

En Huesca se ha abierto la primera escuela de Europa especializada en formar pilotos de drones en situaciones de emergencia.

Imagen emitida por un dron en un simulacro de inspección de un edificio en llamas
​Drones, atención de emergencias desde el aire

Las innovaciones tecnológicas han llevado a que poco a poco el uso de drones se esté extendiendo y esté encontrando vías de desarrollo en nuevas áreas profesionales como la agricultura, la topografía, la seguridad o el sector audiovisual.


Y el futuro de estos vehículos aéreos no tripulados también parece que pasa por su presencia en escenarios de emergencias y catástrofes naturales. En este campo, Huesca se ha convertido en punto de referencia, donde se ha instalado la primera escuela de formación de pilotos de drones especializados en estas situaciones.


Desde septiembre se imparte en el Parque Tecnológico Walqa SRF Profesional, centro que realiza cursos intensivos en esta especialización (el día 17 comienzan el segundo curso), una formación avalada por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. “En una situación de emergencia cada segundo cuenta, y los drones ayudan con el envío de información en tiempo real y en la toma decisiones”, explica Santiago Cuesta, director de formación de SRF.


Así, en este programa los alumnos reciben formación de pilotaje, montaje, mantenimiento y reparación de drones, además de conocimientos para saber cómo actuar e interpretar situaciones de emergencias, rescate vertical, socorrismo, control de infraestructuras dañadas, inundaciones, riadas, tsunamis, fuegos forestales y urbanos y búsqueda de personas en grandes áreas. “Los pilotos en estas situaciones no solo pilotan el dron sino que actúan como intervinientes y también tienen que conocer los potenciales peligros de las zonas y cómo afrontarlos”, apunta el técnico.


Por ejemplo, en una situación de emergencia sanitaria, “los drones pueden buscar y georeferenciar el punto en el que se encuentra la víctima, se puede trasladar algún objeto de poco peso si es necesario y se pasan datos en tiempo real que ayuden a la toma de decisiones a los jefes de emergencias y a preparar los medios necesarios y de evacuación”, explica Cuesta.Nuevo marco normativo


Gracias a la cámara térmica que incorporan los drones para emergencias con los que trabaja SRF, además de las imágenes también aportan gráficos de temperatura que, por ejemplo, en el incendio de un edificio “el distinto grado de temperatura entre habitaciones pueden ayudar a decidir dónde actuar, o también a saber si hay personas dentro”.


Con estos dispositivos se participado en diversos simulacros de emergencias, y en algunas situaciones reales, entre ellas, la búsqueda del joven Víctor da Silva el pasado mes de enero en Zaragoza. En colaboración con el grupo de homicidios de la Policía Nacional, una de estas aeronaves rastreó las riberas del Ebro, una búsqueda que previamente implicó el análisis previo del terreno, de las zonas de acumulación de vegetación, orografía y de parámetros como la velocidad, temperatura y partículas en suspensión del agua.


Estos drones para emergencias van equipados con una cámara térmica, una cámara de alta definición, sensores y un dispositivo para el transporte de objetos como carga de pago que se adosa a la parte baja del aparato. En función de sus dimensiones y potencia pueden trasladar desde pocos gramos hasta 10 kilos de peso, lo que en situaciones límite puede suponer llevar un móvil, un walkie o incluso un saco de dormir a personas que han quedado atrapadas.


SRF ha empezado a impartir estos cursos tras la aprobación el pasado verano del Real Decreto ley 8/2014 que regula el uso de estos aparatos en España, una normativa que desde el sector se consideraba muy necesaria, y que regula tanto la formación acreditada para operar estas aeronaves de manera profesional, como dónde se puede volar y cómo solicitar los usos de los espacios aéreos.