Cae una banda de butroneros en Cataluña gracias a la operación Oscaphone de la Guardia Civil

La investigación también permitió destapar una red de tráfico de drogas

La operación Oscaphone desarrollada por la Guardia Civil en la provincia de Huesca no solo ha llevado a la detención de ocho personas acusadas de 22 robos con fuerza en tiendas de telefonía móvil, cuatro de ellos en Jaca, Sabiñánigo, Fraga y Barbastro, sino que también ha permitido desmantelar la mayor plantación de marihuana detectada hasta ahora en Cataluña con 12.000 plantas, y desarticular una banda especializada en robos por medio de butrones en empresas también catalanas. En este último caso ha contado con la colaboración de los Mossos d’Esquadra.


Fuentes del Equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Huesca explicaron ayer que la investigación se inició a raíz de cuatro robos cometidos entre diciembre de 2013 y enero de 2014 en cuatro establecimientos de Barbastro, Sabiñánigo, Jaca y Fraga donde se llevaron más de 300 móviles de alta gama. En todos los casos, los ladrones forzaban de madrugada las puertas de los comercios y "en dos o tres minutos" unos los desvalijaban mientras sus compañeros esperaban fuera haciendo tareas de vigilancia. 


Al iniciar una investigación, la Guardia Civil descubrió que había denuncias por asaltos similares en Zaragoza, Navarra y Cataluña y sospecharon enseguida que se trataba del mismo grupo. 

Las pesquisas les llevaron a localizar a este grupo de delincuentes en el conocido barrio de la Mina de Barcelona, los cuales nada más cometer los robos vendían el género el mismo día en tiendas de comerciantes paquistaníes de las Ramblas de la ciudad condal. 


En estas mismas investigaciones, averiguaron que este grupo de ladrones tenía conexiones con una organización dedicada al tráfico de drogas y otra especializadas en butrones, ambas en Barcelona. Ante estos datos, el Juzgado de Instrucción número 2 de Barbastro decidió abrir una pieza separada para que la investigación la asumiera el Juzgado de Vic. 


Mientras tanto, la Guardia Civil siguió desde Huesca la pista de los ladrones de las tiendas de telefonía hasta que el pasado mes de julio se produjo un robo de más de cien móviles en Tafalla (Navarra). Al averiguar que se dirigían por carreteras aragonesas hacia Cataluña, montaron un dispositivo en la AP-2, en Pina de Ebro (Zaragoza), pero los delincuentes lograron huir poniendo en peligro la seguridad del tráfico. No obstante, finalmente interceptaron en Caspe a tres miembros de la banda. Unos días más tarde, se completó la operación con el arresto de cinco personas más en Barcelona. Se trata de un grupo de jóvenes de 20 a 25 años en su mayoría y aunque tienen la nacionalidad española, son de origen árabe.