Gabriel Mur: "Es una frontera que nos deja en desventaja frente a la competencia"

El Director de Aramón Cerler estima que el estado de la vía obstaculiza EL DESARROLLO DE LA ZONA

La cabecera de la manifestación que reivindicó ayer la mejora en la carretera N-260, a su paso por el congosto del Ventamillo.
Gabriel Mur: "Es una frontera que nos deja en desventaja frente a la competencia"
Ángel Gayúbar

El director de la estación de Aramón Cerler, Gabriel Mur, es contundente en su análisis sobre las repercusiones económicas y sociales que genera el estado de la N-260. "Hemos apoyado desde el primer momento esta movilización porque entendemos que, como habitantes de la zona, nos aleja de la vida cotidiana ya que la carretera es muchas veces una auténtica frontera y, en el plano económico, nos impide poder rentabilizar en condiciones las inversiones que estamos realizando en la estación y nos deja en situación de patente inferioridad con respecto a nuestras competidoras con unas comunicaciones mucho más accesibles", explica. 


Recuerda Mur que Aramón Cerler presenta un serio déficit en cuanto a usuarios de día y comenta que, tal y como está la carretera, muy pocos esquiadores de fuera del valle se acercan a la estación ribagorzana entre semana "porque les resulta mucho más cómodo el acceso a las estaciones del Pirineo occidental y aún a las estaciones catalanas y francesas". Según el director del centro invernal, la "pésima" comunicación carretera empieza a afectar también a la oferta de fin de semana y supone un serio hándicap para el desarrollo y las expectativas de futuro del territorio.


De una manera muy similar se expresan el resto de los empresarios de la zona, conscientes de que el estado de la carretera es un auténtico lastre para, incluso, la pervivencia del territorio. "Tenemos que luchar por concienciar a la sociedad, y no solo a la ribagorzana, de la importancia de esta vía porque el futuro y el desarrollo económico y social de todo el valle depende de ella", sostiene Jorge Llanas quien ayer volvía a recordar que han sido numerosos los visitantes que han confesado haber sentido auténtico pánico por el estado y la estrechez de la carretera. 


"Muchos de ellos nos han dicho que el destino turístico es impresionante, la calidad del servicio fenomenal pero que, sintiéndolo mucho, mientras no se mejore la carretera no piensan volver porque no tienen ganas de jugarse la vida en cada curva", señaló con un ejemplo muy gráfico e ilustrativo.


El presidente de la Asociación Turística y Empresarial se mostró esperanzado ante la respuesta de los ciudadanos del valle por encima de intereses partidistas o particularistas. "Si no somos capaces de unirnos en esta reivindicación, va a ser una batalla perdida", confesó momentos antes de iniciarse la marcha. Luego, ante los medios de comunicación presentes, recordó que este acto supone el inicio de un programa permanente de movilizaciones y de búsqueda de apoyos para conseguir una dotación "digna y plurianual" con la que acometer las obras en la vía.


Y adelantó que la entidad que preside pretende ir publicando cada 15 o 20 días una serie de datos fidedignos acerca de la repercusión negativa que tiene el estado de la carretera sobre la economía y la propia vida de las gentes del territorio.