La mascota de toda una ciudad

Un perro sin dueño despierta las simpatías de los oscenses, que lo han convertido en un personaje más de las redes sociales.

"Le gustan mucho las rotondas", afirman los vecinos
La mascota de toda una ciudad
Alfredo Callén

Pacífico, escurridizo y una estrella de las redes sociales. Así es el perro de raza pequeña que puede verse muchos días en la prolongación de la calle Fraga de Huesca, una zona de huertas flanqueada por el Monumento al Mulo y la rotonda próxima a la comisaría de la Policía Local y desde donde se accede al Puente de Pedro Lafuente. “Es muy simpático. Le gustan mucho las rotondas y es frecuente verle allí descansando”, señala Elena Pérez, de Huesca, quien suele verle cuando pasa con su vehículo. El animal se ha ganado ya el cariño de muchos vecinos de Huesca, como José María, quien asegura que se le conoce como “Warry, porque va siempre muy sucio”. Como explica, resulta “imposible” cogerlo. “Lo peor de todo es que se cruza la calzada sin mirar, poniéndose en peligro él y a los conductores”, añade.


Al parecer, duerme en una de las fincas a la izquierda del puente de Las Miguelas, aunque no tiene dueño, una versión que corrobora también Alfredo Callén, un vecino de la zona que ha tenido ya varios encuentros con el can en los últimos “dos o tres años”. Como explica, suele pasear por la zona de madrugada, con el fin de calmar las migrañas que le afectan a esas horas. “Muchas veces se acerca hasta a mí, pero si lo hago yo, ladra y se aleja, no consiente que nadie lo toque”, asegura. Siempre que puede le toma una fotografía, que después comparte en las redes sociales. Asegura haberlo visto también en otras partes de la ciudad, como los alrededores de la catedral –donde ‘juega al fútbol’ con los niños de etnia gitana– la estación Intermodal, la ribera del Isuela e incluso en el Coso. “Todo el mundo lo conoce. En una ocasión, hasta vi como una mujer bajaba de su coche para dejarle comida. También le ponen un balde con agua”, relata Alfredo.


Uno de sus lugares favoritos para tenderse es, además de las rotondas, el carril bici, “quizá por el calor que desprende. Cuando hace mucho sol, en cambio, busca la sombra”. Le preocupa, además de su suciedad, el poco cuidado que pone el animal a la hora de cruzar la calzada. Asegura asimismo que si bien no se ha planteado adoptarlo, su presencia le da ánimos para sobrellevar mejor su enfermedad. “Cada vez que lo veo, pienso ‘es un superviviente’ y si él lo es, yo no voy a ser menos”.Atado a una farola

La sociedad protectora de animales Alborada de Huesca también ha reparado en la presencia del animal. Como explica su responsable, Mar García, se cree que es fruto de un abandono que tuvo lugar en la zona de Los Olivos en marzo de este año. “Su dueña lo dejó atado a una farola, se dio la voz de alarma en las redes sociales y lo recogieron después de unas horas”, comenta. Al cabo de unos días volvió a verse por las calles de este barrio oscense, esta vez suelto. “Unas chicas que se dedican a recoger animales intentaron cogerlo durante semanas, pero no pudieron, el animal era entonces más agresivo. Después, se iban dando avisos de las zonas de Huesca en las que aparecía hasta que se le perdió el rastro”, añade la portavoz de Arboleda.


La ermita de Salas fue otro de sus hogares, hasta que apareció en la que parece ser su residencia actual, el entorno del convento de Las Miguelas. En opinión de García, la perrera provincial debe comprobar “si lleva un chip de localización”, con el fin de encontrar a su dueño y si fuese necesario, tramitar una denuncia por abandono. Insiste así en la importancia de acudir a estas entidades siempre que se encuentren animales sin dueño, ya que desde las protectoras no cuentan con medios económicos ni materiales suficientes para ello. “Podemos ayudar, pero no podemos hacernos cargo de ellos”, señala. En su opinión, una causa por la que se prefiere llamar antes a las protectoras que a las perreras, puede ser el temor de los ciudadanos al sacrificio de los animales, por lo que se hace necesario así que se habiliten nuevos procedimientos para evitar los abandonos.-