La región de Aquitania vivió ayer un día "histórico" para el ferrocarril, ya que tuvo lugar en la estación de Saint Christau-Lurbe el comienzo de los trabajos para reabrir el tramo Olorón-Bedous, que será una realidad en 2016. Esto es posible gracias al Consejo Regional de Aquitania que va a financiar el coste de los trabajos, que ascienden a 102 millones de euros y cuyo plazo de ejecución es de 18 meses. 

Su presidente, Alain Rousset, estuvo ayer presente en este acto, y destacó la importancia de la jornada que es "resultado de 15 años de lucha de la región de Aquitania, compartida por Aragón, pero nunca compartida por el gobierno francés y el español". De esta vía "se beneficiarán al año entre 450.000 y 600.000 viajeros de Pau a Canfranc y Zaragoza", añadió. También hizo referencia a la importancia que tendrá para el tráfico de mercancías. Llegar hasta Bedous "significa llegar hasta Canfranc", ya que únicamente quedarán 30 kilómetros. Pero se trata del tramo más complejo técnicamente y que requiere una inversión de unos 300 millones de euros y para eso "hace falta implicación del gobierno central". Igualmente dijo que en los próximos meses solicitará en Europa, junto a la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, "una parte de la financiación del dinero destinado a los trenes europeos". 

Rousset estuvo acompañado en este acto por Alain Autruffe, presidente de Résseau Ferrée de France (entidad homóloga española de Adif) y otras autoridades francesas. Igualmente estuvieron representantes del Comité por la Reapertura de la Línea Olorón-Canfranc (Creloc), que reivindicaron la necesaria renovación de la línea española y subrayaron que tendrán que pasar 8 años y medio hasta que  "vuelva a silbar un tren por el Valle del Aspe", desde que en 2007 Aquitania anunciara la reapertura hasta Bedous. 

Por parte española, estuvieron representantes de Crefco, el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, y Bruno Oliver, de la Fundación Transpirenaica. En el acto de ayer se escenificó el inicio de las obras, cortando un tramo de vía con una radial y retirándolo con una máquina para instalar la nueva infraestructura. Este inicio de los trabajos supone un "acto importante después de las dificultades máximas que se han encontrado en el lado francés, pero el empeño de Rousset ha dado sus frutos", apuntó el alcalde de Canfranc. Confió en que las obras entre Olorón y Bedous "sean un revulsivo para que lleguen esas inversiones tan necesarias entre Huesca y Canfranc". Diego Colás, portavoz de Crefco, subrayó que el acto "nos da la esperanza de que en 2020 puedan llegar los trenes a Zaragoza desde Francia". Sin embargo, en 2016 cuando el tramo este acabado, quedarán 30 kilómetros hasta Canfranc.