Vecinos, tiendas y bares aprueban el primer año de la peatonalización tras 5,5 millones invertidos

De los 10.500 coches que circulaban por el Coso Bajo a diario se ha pasado a solo 2.400 entre las cien calles y plazas donde se ha limitado el tráfico de vehículos

Tras varios meses de obras, los oscenses  disfrutan ya de la nueva imagen de la conocida 'T' que forman el Coso Bajo, el Coso Alto (en imagen) y los Porches, un punto neurálgico del centro en el que se permite cargar y descargar dos horas al día.
Vecinos, tiendas y bares aprueban el primer año de la peatonalización tras 5,5 millones invertidos

La ciudad de Huesca celebra hoy el año I de la peatonalización con una simbólica nota de aprobado alto ya que los elogios superan a las críticas entre los vecinos, comerciantes y hosteleros, los tres colectivos más afectados por el ambicioso plan que puso en marcha el Ayuntamiento limitando el tráfico de vehículos en 101 calles y plazas solo a vehículos autorizados (9.929) de residentes, comerciantes, carga y descarga... El resultado más llamativo es que de los 10.500 coches que circulaban a diario por el Coso Bajo, se ha pasado a una media de solo 2.400 en toda la zona peatonal (1.500 los fines de semana), la mitad de vehículos de reparto.


Un año después de que los coches dejaran de circular por el Coso, el balance del equipo de gobierno del PP es muy positivo "porque Huesca está avanzando hacia una ciudad con más calidad de vida, más accesible y más moderna", afirma el concejal de Movilidad, Gerardo Oliván, quien recuerda que en este tiempo se han invertido 5,5 millones de euros en obras de saneamiento y urbanización –las dos últimas, en el Coso Alto y el Coso Bajo, comenzarán esta próxima semana– gracias a financiación externa de fondos europeos y de la DGA;se ha puesto en marcha un nuevo servicio de autobús urbano "con más líneas y frecuencias"; se ha abierto el nuevo parquin de San Antonio;y se ha tejido una red ciclista "que ha hecho que cada vez se sumen más ciudadanos a este modo de transporte". "Hay matices que mejorar, pero avanzar más en tan poco tiempo es complicado", asegura.


Oliván recalca, no obstante, que más allá de un cambio de modelo de ciudad, el objetivo último es convertir este plan en una "palanca de desarrollo económico y turístico". A este respecto, reconoce que es pronto para notar beneficios económicos "aunque estamos modernizado la ciudad para que cuando la crisis pase, Huesca esté situada en igualdad de condiciones como mínimo que el resto de ciudades".


"El difícil decir no a este modelo"


Pese a que en este tiempo han tenido que enfrentarse a críticas particulares y a tres manifestaciones de la Plataforma de Comercios y Ciudadanos Afectados por la Peatonalización, insiste en que el plan tenía un "amplio respaldo de la sociedad oscense" a través de los colectivos presentes en la Ponencia de Movilidad (comerciantes, vecinos, hosteleros, ciclistas, taxistas, asociaciones de discapacitados...). Además, cree que muchos de los que rechazaban la peatonalización al principio, han cambiado de opinión al ver las primeras obras "porque cuando se ve el resultado de la transformación, es muy difícil decir que no a este modelo de ciudad pensado para las personas".


Precisamente la nueva imagen tras las obras es lo que a juicio de Susana Oliván, presidenta de la Federación de Barrios Osca XXI, ha terminado de convencer a muchos de los detractores de la peatonalización. "Al ver hechas las obras del Coso y que la gente ya pasea, se para a mirar escaparates... están más concienciados y ya no piensan en esa vuelta atrás que algunos presagiaban porque se han dado cuenta de que esto ya es irreversible", subraya.


Oliván admite que aunque hay opiniones "para todo", la impresión general de los vecinos de Huesca, y especialmente de la zona centro, es que la peatonalización está siendo positiva". Y eso que aunque las quejas por la eliminación de aparcamientos se han solventado, sigue habiendo protestas por el aumento de tráfico y la excesiva velocidad de la circulación en algunas calles como Pedro IV o Desengaño, donde no hay aceras o son muy estrechas;y por el rodeo que tienen que dar muchos vecinos para desplazarse en coche por la ciudad.


Entre el colectivo comercial, hay también fervientes defensores y firmes opositores. Pero la postura oficial de la Asociación de Comerciantes es de apoyo a la peatonalización. "Al principio había mucho miedo por las obras, que son siempre muy traumáticas, y por los cambios de hábitos de compra, pero la valoración de este año es positiva", resume su presidente, Alfonso Piedrafita, quien admite que hace un año la entidad protestó por considerar que el plan era "demasiado drástico, aunque ahora ya nos hemos acostumbrado casi sin querer", añade. Además, asegura que uno de los primeros efectos positivos es que se está trabajando en la reapertura de algunos de los numerosos locales vacíos que siguen afeando la imagen del Coso.


También agradece que el Ayuntamiento haya "abierto la mano" dejando que los clientes puedan acceder en coche a determinados establecimientos a cambio de pasar cada semana una lista de las matrículas de los vehículos para retirarles las multas, o que se haya permitido la carga y descarga en los Porches y el Coso, que en principio iban a estar restringidos solo a servicios de emergencia.Piden acciones de dinamización


Mientras, entre los hosteleros hay muchos establecimientos del centro que siguen teniendo "serias dudas" de si la peatonalización les va a restar clientes, y más ante el traslado de los juzgados, "porque muchos oscenses están dejando de ir al centro y además hay bares que vivían mucho de la gente que venía de los pueblos a comprar o hacer gestiones", destaca Roberto Pac, presidente de la Asociación de Hostelería, quien pide al Ayuntamiento más acciones para dinamizar la zona "para convencer a la gente de que el Coso es la vía comercial principal y no solo una calle para pasear".


Pac considera que aunque haya pasado ya un año, es pronto para hacer una valoración de lo que supondrá la peatonalización para Huesca "porque las obras tampoco están terminadas". Aun así, también está convencido de que al final será un cambio de modelo de ciudad "positivo" y que obligará al sector a "reinventarse porque no hay vuelta atrás".